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Ver bien, distinguir los objetos, colores y detalles es fundamental las 24 horas del día.  Pero cuando llega la noche, los ojos tienen que ajustarse al cambio de luz y no siempre con óptimos resultados.  A muchas personas se les dificulta ver bien durante la noche y por eso hay que tomar medidas, especialmente si tienen que conducir un automóvil.

La agudeza visual, es decir, la capacidad de nuestro sistema de visión para percibir, detectar o identificar objetos en el entorno con buenas condiciones de iluminación, se ve comprometida al llegar la noche. Cuando los ojos gozan de buena salud, el ajuste a una reducción en la iluminación del entorno se hace fácil y rápidamente.  Pero con los años, las cosas cambian. La reducción de la capacidad visual se hace más notoria cuando las personas de la tercera edad entran de pronto a una estancia poco iluminada (como una sala de cine y de pronto no ven nada), o cuando conducen de noche (no distinguen las señales del tránsito, les molesta el brillo de las luces contrarias o no pueden detectar con facilidad los objetos o las personas en movimiento).

Estas molestias ocurren debido a cambios en el ojo que ocurren con el paso del tiempo:

  • A medida que envejecemos, la pupila, por ejemplo, se va encogiendo y pierde la facilidad de dilatarse en la oscuridad, lo que reduce la cantidad de luz que entra en el ojo. El efecto para las personas de la tercera edad que conducen de noche, es como si llevaran puestas gafas de sol. Por eso, todo se ve más oscuro y más opaco.
  • Con los años, la córnea y el lente van perdiendo su transparencia, lo que hace que la luz se disperse dentro del ojo, que aumente el efecto del resplandor, y se reduzca la percepción de los contrastes de la luz. Todo eso contribuye a que los objetos y las personas no se distingan bien cuando se conduce de noche.
  • Según The Vision Council en los Estados Unidos, alrededor de un 33 por ciento de la población de 40 años en adelante sufre de cataratas, degeneración macular, glaucoma o retinopatía diabética. Estos problemas se asocian con pérdida de la visión.

Curiosamente, uno de los primeros síntomas que delatan la formación de las cataratas es precisamente la disminución de la visión durante la noche.

Pero todavía hay otras causas que también pueden afectar la visión nocturna y son:

  • La deficiencia de vitamina A y de zinc (aunque esto no es muy común)
  • La exposición al sol. Después de un día en la playa, por ejemplo, algunas personas experimentan una reducción temporal de su visión nocturna, pero esto se soluciona usando gafas de sol.
  • La retinitis pigmentaria, una condición genética que no es muy frecuente, que afecta a las personas jóvenes, por lo general antes de los 30 años. Uno de los primeros síntomas es el empeoramiento gradual de la visión nocturna.
  • Complicaciones con la cirugía LASIK. Aunque son raras, algunos pacientes pueden experimentar problemas con la visión nocturna después de este tipo de cirugía, como la visión distorsionada en forma de halos o aureolas, así como resplandor alrededor de los objetos (estos síntomas también pueden presentarse durante el día).

Lo que puedes hacer

Si has notado problemas con tu visión nocturna, no te cruces de brazos y te resignes a sufrir los achaques que llegan con el calendario. Para proteger tu visión:

  • Visita al oftalmólogo una vez al año, o con mayor frecuencia si tienes alguna condición que afecte tu vista (como glaucoma o diabetes, por ejemplo). Comunícale al especialista cualquier molestia que hayas notado con tu visión, especialmente si conduces de noche, para que pueda realizar pruebas necesarias y especializadas, como la evaluación del campo visual o la sensibilidad a los contrastes.
  • El oftalmólogo podría indicarte gafas o lentes especiales que te ayuden a ver mejor durante la noche, con lentes que reduzcan el resplandor, los halos y otras molestas distorsiones.
  • Si eres candidato(a) para la cirugía de cataratas, pregúntale a tu cirujano sobre la posibilidad de que reemplace tus lentes naturales ya opacos con lentes intraoculares asféricos, especialmente diseñados para ofrecer mayor contraste y visión más nítida que los lentes intraoculares esféricos tradicionales.

Toma precauciones adicionales al conducir de noche

  • Planifica tu día para reducir, en lo posible, la necesidad de conducir de noche.
  • Sal con tiempo de casa para que puedas permanecer unos minutos dentro del automóvil y así permitir que los ojos se adapten a un entorno más oscuro. Por lo general, nuestra visión se ajusta a las condiciones de la oscuridad y menos luz en 20 a 30 minutos.  No tienes que esperar necesariamente todo ese tiempo, pero para facilitar el proceso, evita encender las luces dentro del vehículo y manejar largas distancias durante el período de adaptación.
  • Si llueve, si estás bajo estrés o muy cansado(a), calcula más tiempo para llegar a tu destino. Concéntrate en conducir con prudencia y evita distracciones.
  • Mantén las ventanillas y los espejos bien limpios para optimizar la visibilidad.
  • Conduce a la defensiva:  sé precavido(a) sobre todo al llegar a las intersecciones, reduce la velocidad y si te desorientas o las luces por la vía opuesta te deslumbran excesivamente, aparca (estaciónate) en un lugar seguro hasta que te recuperes y puedas volver a conducir sin peligro.
  • Elige vías seguras, que te resulten familiares y que estén bien iluminadas. Evita conducir de noche a una dirección que desconoces.
  • Deja una distancia prudente entre tu vehículo y el que va enfrente para que tengas suficiente tiempo para maniobrar y evitar un accidente.
  • No fumes mientras conduces. Fumar cigarrillos, puros (cigarros, habanos) o pipas perjudica tu visión nocturna y compromete tu seguridad, al reducir la cantidad de oxígeno que llega a tu organismo, además de nublar el ambiente con el humo y distraer tu atención del volante.

Lo más importante es reconocer que tu vista no es la de antes y debes buscar ayuda profesional tan pronto sea posible. No te descuides.  Cuanto antes conozcas la causa de tu pérdida de visión nocturna, son mayores las probabilidades de mejorarla. Toma todas las precauciones que puedas para que veas mejor y protejas tu vida.  Incluso si esto significa que tengas que dejar de conducir.

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Imagen: ©Shutterstock / Thirteen

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