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El estar expuesto a ruido con volumen muy elevado no sólo puede dañar tu audición sino también la salud de tu corazón. Así lo demuestran unas investigaciones recientes, que detectaron que escuchar sonidos fuertes de manera continua, como ocurre en algunos lugares laborales o en ciertos sectores urbanos, también puede elevar el riesgo de sufrir ataques cardíacos.

Se sabe que el tabaquismo, el sedentarismo, el estrés, el colesterol alto, la presión elevada y la obesidad son factores que incrementan las posibilidades de padecer enfermedades cardíacas. Como si fueran pocos, a esta lista ahora también se suma el ruido fuerte y prolongado. Dos estudios recientes se refieren a esto: uno fue desarrollado por un grupo de investigadores de la Facultad de salud ambiental de la Universidad de Columbia Británica, en Vancouver, Canadá, y el otro por un equipo de especialistas de la Universidad de Berna, en Suiza.

El equipo canadiense analizó los datos de 6,000 personas que participaron en la encuesta nacional del examen de la salud y la nutrición de los Estados Unidos entre 1999 y 2004, relacionada a sus estilos de vida y salud ocupacional empezando a los veinte años. Además de incluir otros temas de salud, los participantes también fueron sometidos a exámenes físicos y pruebas sanguíneas. De ese modo, detectaron que los empleados que trabajan en lugares con ruido persistente (como ocurre con máquinas o motores en algunas industrias, por ejemplo, sin necesidad de que sean sonidos de volumen tan elevado) tienen entre dos y tres veces más riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca grave, en comparación con los que lo hacen en ambientes laborales silenciosos.

Por ejemplo, este equipo encontró que el 21% de los individuos que dijo que su lugar de trabajo era ruidoso casi todo el tiempo (en su mayoría hombres con una edad promedio de 40 años) tendía a tener sobrepeso y a fumar, dos factores de riesgo para desarrollar enfermedad cardiaca. Además, la asociación entre un ambiente laboral ruidoso y la enfermedad cardiaca fue particularmente marcada en los trabajadores menores de 50 años, que tenían entre tres y cuatro veces más probabilidades de sufrir de angina de pecho,  enfermedad de las arterias coronarias, así como de un ataque cardiaco. Los hombres y los fumadores en ese grupo de edad también estaban en mayor riesgo. Asimismo, los expuestos a ruidos fuertes en el trabajo tenían el doble de probabilidades de tener presión arterial diastólica (que es el segundo número cuando se lee la presión arterial) más alta de lo normal.

Al mismo tiempo, el equipo de la Universidad de Berna analizó los riesgos de la contaminación por ruido en personas que viven en zonas cercanas a los aeropuertos. Para ello tomó en cuenta datos provistos por 4,6 millones de adultos de Suiza y, gracias a registros gubernamentales y datos ambientales, pudo determinan los niveles de contaminación en dichas zonas residenciales, además de establecer el nivel de ruido a lo largo de quince años. Así encontraron que tanto el nivel como la duración del ruido elevaban por sí solas el riesgo de morir de un infarto.

Por ejemplo, luego de identificar un total de 15,532 defunciones por infarto en la población estudiada entre 2000 y 2005, los investigadores detectaron que las personas expuestas a 60 decibelios (que son las unidades para medir la intensidad del ruido) diarios tenían un 30% más de posibilidades de morir debido a causas cardíacas que aquellas que se exponían a menos de 45 decibelios por día.

Así que si tú trabajas en un ambiente muy ruidoso ¡ten cuidado! Tu corazón podría estar en riesgo.

Imagen © iStockphoto.com / AlexRodavlas

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