El sistema linfático es uno de los pilares poco comprendidos, pero más fundamentales de nuestra salud. Operando silenciosamente, su rol es decisivo. Está involucrado en el equilibrio de líquidos, la absorción de nutrientes y la defensa inmunitaria. Sin él, nuestro cuerpo colapsaría en un caos inflamatorio.
Hoy, exploraremos esta red linfática. Que, aunque parece invisible, está profundamente entrelazada con la circulación sanguínea. Incluso con muchas enfermedades, incluido el cáncer.
¿Qué es el sistema linfático y cuál es su función?
El sistema linfático es una compleja red de vasos y órganos que opera paralela a las venas. Su misión: transportar la linfa. Este es un líquido transparente rico en proteínas, nutrientes y linfocitos (glóbulos blancos). Pensemos este líquido como el “agua de desagüe” del cuerpo. Porque está compuesto del exceso de líquido y los residuos que hay entre las células. Así como otras moléculas. Sus tres grandes misiones son:
- Equilibrar los líquidos: Recupera el exceso de plasma que queda fuera, entre las células. Regresándolo al torrente sanguíneo. Lo que previene hinchazones o bajas de presión.
- Defender al organismo: Antes de devolver la linfa al torrente sanguíneo, pasa por los ganglios. Acá, los glóbulos blancos afrontan bacterias, virus y células dañadas o tumorales.
- Absorber grasas esenciales: En el intestino delgado se incorporan a la linfa grasas y vitaminas de los alimentos. Conduciéndolos a la sangre.
Más sobre esto en el especial del timo y las amígdalas.
Anatomía básica del sistema linfático
El sistema linfático enlaza cada tejido con el torrente venoso a través de estos componentes básicos:
- Capilares linfáticos: Inician en los espacios entre las células. Permiten la entrada de los fluidos, proteínas, virus e incluso células tumorales.
- Vasos colectores o linfáticos: Tienen válvulas que impiden el retroceso del flujo (como las venas sanguíneas). Se encargan de transportar la linfa hasta los dos grandes conductos bajo las clavículas. Acá conectan con la sangre. Esto significa que, a diferencia del sistema cardiovascular, el sistema linfático no es cerrado: desemboca en las venas.
- Ganglios linfáticos: Se conectan unas con otras mediante los vasos linfáticos. Se ubican en cuello, axilas e ingle. Son estaciones inmunológicas que filtran la linfa y activan respuestas defensivas. El timo, el bazo (que producen además células inmunes) y las amígdalas son grandes ganglios.
Aún se está iniciando el estudio del sistema linfático en el cerebro y como puede estar involucrado en enfermedades neurológicas. Especialmente, porque se ha visto que su mayor funcionamiento es cuando estamos durmiendo.
Sistema linfático y cáncer: ¿enemigo o víctima?
Una de las realidades más delicadas del sistema linfático es su papel en la diseminación de tumores. De acuerdo con el Dr. Matteo Lambertini, profesor y asesor de oncología médica en la Universidad de Génova, Italia, el sistema linfático tiene algunos roles oncológicos:
- Metástasis ganglionar Células tumorales pueden viajar por la linfa hasta ganglios cercanos. Allí quedan “atrapados”, convirtiéndolos en lo que se conoce como foco o secundario.
- Ganglio centinela: Es el primer ganglio que recoge células cancerosas de un tumor. Su análisis guía cirugías oncológicas, como en el cáncer de mama.
- Ruta de segunda diseminación: en ciertos cánceres, es posible que las células tumorales en los ganglios vuelvan a la sangre. Pudiendo generar metástasis lejanas.
- Uso del sistema linfático en la lucha tumoral: Se evalúa usar las redes para un tratamiento más personalizado. Además, con el avance de la inmunoterapia es posible, luego de un examen genético, reconocer que tratamiento puede funcionar mejor. De acuerdo con el Dr. Luis Álvarez, de la Unidad de investigación clínica en inmunoterapia del cáncer en el Hospital 12 de octubre, en Madrid, España.
- Cirugía linfática: Extraer ganglios afectados puede frenar el avance del cáncer. Pero a un costo: puede conllevar efectos secundarios como linfedema.
Lee más sobre el linfedema en nuestro especial.
¿Sirve el drenaje linfático manual?
Esta técnica ha ganado popularidad como método para “detoxificar” el cuerpo. Sin embargo, su verdadera utilidad es más precisa:
- Indicado para: Pacientes con linfedema, especialmente tras una cirugía.
- Beneficios reales: Con técnicas de masaje suave se pretende “empujar” la linfa. Llevándola desde los tejidos hacia los vasos colectores principales, aliviando edemas postoperatorios. Reduce hinchazón, mejora movilidad y elasticidad de la piel.
- Limitaciones: No es una cura. Debe complementarse con compresión y fisioterapia. A medida que pasa el tiempo padeciendo de linfedema, su utilidad comienza a decaer.
- Uso cosmético: Acelera los procesos naturales, sin embargo, no hay pruebas de un real beneficio. Es importante cuidar que no se active un ganglio centinela que no se conocía.
Avances tecnológicos en medicina linfática
En la última década, el “mundo linfático” ha vivido una auténtica revolución tecnológica. Estas son las principales herramientas que ya están cambiando la clínica:
- Linfografía 3D: Usa contraste sin radiación para mapear la red linfática con precisión quirúrgica. Es ideal para conocer si hay algún problema o para guiarse durante una cirugía linfática. Se está estudiando el uso de nanopartículas que pueden ampliar aún más la resolución de la imagen.
- “Stents” linfáticos: Similares a los usados en cardiología. Permiten con una malla desviar la linfa o reforzar un vaso. Especialmente si hay debilitamiento de una pared o acumulación de líquido.
- Terapias génicas y hormonas: Está en estudio. Busca regenerar las redes linfáticas dañadas tras la extracción de ganglios en cirugías oncológicas.
El sistema linfático es más que un “drenaje secundario”. Es considerado el guardián, junto a los riñones, del equilibrio hídrico. Además, es un filtro inmune y ruta de absorción de grasas esenciales. Su estrecha colaboración con la sangre y su papel en el cáncer lo convierten en protagonista indiscutible. El universo linfático todavía guarda secretos que prometen transformar medicina en los próximos años.
Preguntas frecuentes
¿El sistema linfático es parte del sistema circulatorio? Sí, aunque no es cerrado como el cardiovascular, interactúa directamente al devolver linfa a las venas.
¿Se puede fortalecer el sistema linfático naturalmente? Sí. Ejercicio moderado, buena hidratación y evitar el sedentarismo lo mantienen activo.
¿Qué síntomas indican problemas linfáticos? Hinchazón persistente (linfedema), infecciones frecuentes o sensación de pesadez pueden ser señales.
¿El cáncer siempre se propaga por la linfa? No siempre, pero es una vía frecuente para ciertos tumores como el de mama o melanoma.
¿Los masajes linfáticos son seguros? Si los realiza un profesional capacitado y con indicación médica, sí. De lo contrario, pueden ser contraproducentes.
¿Es necesario examinar ganglios en chequeos de rutina? Sí, especialmente si hay antecedentes de cáncer, infecciones recurrentes o síntomas inflamatorios.
Por Carlos Diego Ibáñez
© 2024 Hispanic Information and Telecommunications Network, Inc (HITN). All rights reserved.
Imagen: ©Shutterstock / JitendraJadhav