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El dicho popular señala que “cada oveja con su pareja”. Pero, ¿qué sucede con los que están buscando esa pareja?, ¿los que la han perdido? O, simplemente, los que deciden no tener una. El 13 de febrero se conmemora el Día del Soltero, y vamos a aprovechar para conocer si la vida y la salud de las solteras y los solteros (singles o bachelor en inglés) tiene alguna diferencia importante respecto a aquellos que están en una relación. 

En Latinoamérica muchos adultos jóvenes se enfrentan en las fiestas familiares a la pregunta ¿ya estás en pareja? En México el censo del año 2020 arrojó que 3 de cada 10 adultos son solteros, sin compromiso. Y más del 10% de los hogares en Latinoamérica, de acuerdo a la ONU, son unipersonales. 

Por el otro lado, una encuesta en los Estados Unidos, arrojó que el 70% de las personas están en alguna relación sentimental y el 75% de los hispanos también lo están. De aquellos que se encuentran solteros, la mitad no tiene interés en cambiar su situación o relacionarse sentimentalmente con alguien.

¿Estar soltero es malo para la salud?

Las investigaciones científicas sobre si hay un real efecto en la salud cuando una persona se encuentra en pareja, no son tajantes. La Dra. Bella DePaulo, quien es psicóloga social, y una de las principales expertas en el efecto de la soltería lo señala así: “Hay beneficios de salud en aquello que se compatibiliza con nosotros. Hay gente que es feliz estando sola, otros les va mejor estando con otra persona. La salud depende de qué nos interesa”. Efectivamente al final, la salud está muy relacionada con lo que hacemos con nuestra vida y cómo nos preocupamos por nosotros mismos. Las investigaciones se sustentan justamente en ello. 

Primeramente, veamos cuáles son las grandes razones que las investigaciones señalan que hay más “salud” cuando una persona está en pareja (que viven juntos y están en una relación a largo plazo con compromisos que se asocian con el matrimonio):

  • Aumenta la probabilidad de tener comportamientos más saludables (se reduce, por ejemplo, el consumo de alcohol excesivo en los matrimonios jóvenes), como ejercitarse y tener una alimentación sana.
  • Hay mayor interés en buscar un mejor plan de salud (que en promedio se reduce su costo por persona), a la vez que es utilizado con mayor frecuencia. Y que también se asocia con un cuidado por la pareja en momentos de enfermedad que reduce los tiempos para sentirse mejor.
  • Se tiene una sensación de mayor apoyo psicológico y social.

Pero si miramos con mayor profundidad veremos, por ejemplo, que en lo económico el 27% de las parejas casadas sin hijos y el 36% de las parejas con hijos tiene deudas con los bancos por el uso de tarjetas de crédito; mientras que solo el 20% de las personas solteras lo tiene. Eso afecta directamente en la salud mental y en la posibilidad de pensar en el futuro. La diferencia de edad se ha visto, tiene un efecto directo en los síntomas depresivos a medida que se acerca la pareja a la vejez. Cada década de diferencia tiene un efecto directo con los síntomas de depresión.

Además, una investigación reciente mostró un dato muy interesante sobre el ejercicio y la salud: El estar en pareja (y tener hijos menores a 5 años), afecta de manera negativa en las horas a la semana que se ejercita en promedio una persona, y que es menor aún en las mujeres casadas. Junto a eso, Elyakim Kisley, profesor asociado de la Universidad Hebrea de Jerusalén y escritor sobre soltería menciona que “las personas solteras son más sociables que cuando están en una relación. Muchos tienden a cerrarse en su universo familiar interior y olvidan el mundo externo”. Esto tiene un efecto en la sensación de apoyo, al final las parejas terminan dependiendo de su propia estabilidad. Aunque, como dice el dicho, “cada familia es un mundo”, por lo que no todos se cierran sobre si mismos y tampoco necesariamente van a perder amistades.

Lo que lleva a un gran punto: la calidad propia de la relación.

  • Aquellos sin pareja tenían un estado mental y de salud mejor, que las personas en una relación o matrimonio de baja calidad.
  • Lo mismo sucedió con tener un grupo de apoyo social, entre estar solo y tener un matrimonio de baja calidad, las personas solteras con una red apoyo estaban mucho mejor.

“Estar casado no es universalmente beneficioso, más bien es la satisfacción y el soporte social de una relación es lo que hace la diferencia”, menciona Julianne Holt-Lunstad del departamento de Psicología de la universidad de Brigham Young de Utah. Es más, en general el impacto de la “perdida” (divorcio o quiebre sentimental) es tres veces más fuerte en una persona que la “ganancia” de empezar un matrimonio o relación. Lo que muestra que los efectos positivos de un matrimonio o estar en pareja, son a largo plazo. 

Pero sí, efectivamente, hay múltiples beneficios relacionados con la vida en pareja que no pueden ser negados:

  • La relación sentimental logra aplacar muchas de las sensaciones de soledad y de pensamientos depresivos.
  • Al pasar el tiempo, las parejas en influyen una a otra, permitiendo gradualmente orientar los pensamientos hacia metas de largo plazo y de responsabilidad.
  • Se ha visto una reducción en la supervivencia de las personas afectadas por cáncer de próstata, seno, colon y recto, esófago y cuello en personas sin pareja, pero que se enfrentan a la misma quimioterapia que una persona casada. Algo similar ocurre en las personas que llegan a tener metástasis.
  • No estar casado aumenta la posibilidad de tener diabetes tipo 2, incluso ocurre en aquellas personas que están viudas y tuvieron un matrimonio largo, especialmente en los hombres (aunque se asocia también a que tienden a tener un estilo de vida más sedentario y con una dieta poco equilibrada que lleva a aumento de peso).
  • Se ha visto una reducción del 12% en la posibilidad de tener algún problema cardiovascular. Pero solo se ve antes de los 50 años, después de los 60, ya no existe diferencia.

Al final, lo importante es conocernos y saber qué es lo que queremos. Si nos interesa estar en pareja, pero no podemos conseguirlo, no debemos desesperarnos. Cada día aumenta la edad promedio en la que las personas encuentran su pareja y tienen hijos. Si no nos interesa, mejorar nuestros comportamientos saludables ejercitándonos, teniendo actividades y amistades, junto con alimentarnos saludablemente, nos llevará, por lo menos en lo que salud supone, a estar en igualdad de condiciones que las personas en pareja y casados. Si no me crees, un estudio muestra que las personas que quedan solteras tienen más confianza en sus opiniones, y aumenta mucho más su crecimiento personal.

 

Por Carlos Diego Ibáñez
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Imagen: ©Shutterstock / Roman Samborskyi

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