Muchas jóvenes le tienen temor a la primera visita al ginecólogo. Es normal que sientas nervios o incertidumbre, pues significa aceptar que tu cuerpo ha cambiado y que has dado el paso de niña a mujer. Para tu tranquilidad antes de ir a tu primera cita, en Vida y Salud te contamos de qué se trata y cómo prepararte.
El dar el paso de niña a mujer significa que tu cuerpo ya se puede reproducir. Es decir, ¡ahora puedes ser mamá! Cada uno de los órganos de tu sistema reproductivo — vagina, ovarios, matriz, trompas de falopio, y hormonas — está cumpliendo con su parte para que ovules mes a mes y te llegue el período o quedes embarazada.
Como sucede con cualquier otra parte del cuerpo, tu sistema reproductivo puede pasar por cambios normales o contraer enfermedades inesperadas. Por eso, así como vas al dentista para cuidar tus dientes, es necesario visitar a un ginecólogo para que revise que tus órganos femeninos y te ayude a mantenerlos saludables.
La primera cita con el ginecólogo debería ser entre los 13 y los 15 años. Algunas mujeres no empiezan sus evaluaciones ginecológicas hasta que tienen su primera relación sexual o cuando tienen algún síntoma o problema como flujo vaginal molesto, ardor vaginal, cólicos menstruales fuertes, períodos irregulares, etc. No tienes que esperar tanto. Entre más pronto empieces, mejor.
Es normal que te sientas nerviosa, pero puedes estar tranquila pues lo más seguro es que sea bastante sencilla y tu doctor o doctora se dedique a conversar contigo. Antes de examinarte, necesita conocerte (si no te conoce). Te preguntará acerca de tus antecedentes médicos y tus antecedentes familiares, así como acerca de tu salud sexual. Te va a preguntar específicamente si has tenido relaciones sexuales, si usas protección, si tomas anticonceptivos, y si has tenido embarazos o abortos previamente. Muchas mujeres se sienten incómodas al hablar de temas tan personales especialmente si es un extraño. Pero es necesario que seas sincera con tu médico, pues de esta forma te podrá ayudar más.
Hay 4 tipos de exámenes. Lo que te hagan depende del tiempo que dure la primera cita, de tu edad, si eres virgen y si tienes síntomas o no.
Si te los van a realizar, el ginecólogo te explicará primero en qué consisten para que no estés nerviosa. Luego te indicará que vayas al baño o a un lugar para que te desvistas con privacidad y te cubras con una bata especial. Es normal que te sientas incómoda al estar desnuda y exponer tus partes íntimas. Pero la bata servirá para cubrirte y la doctora sólo te destapará las partes que necesite examinar. Además, recuerda que todas las mujeres son examinadas de la misma manera, si eso te ayuda a sentirte más tranquila.
Como en el amor, después de esta primera cita las siguientes se te harán mucho más fáciles. Pero a diferencia de los novios, la buena noticia es que si no te sientes cómoda con el ginecólogo que elegiste, puedes cambiarlo. Es importante que sea alguien que te inspire confianza pues de ahora en adelante debes visitarlo cada año, aunque te sientas bien. Si no acudes a la cita, no se enojará contigo. Pero, para cuidar tu salud, ¡vale la pena no faltar a la cita!
Publicación original: 2009
Ultima revisión: 2017
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