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Millones de niños -incluidos los tuyos- saldrán a pedir y recibir golosinas el día 31 de octubre, día de Halloween o Noche de Brujas (en Estados Unidos). Ellos están enfocados en la diversión, pero a ti, como padre, te corresponde tomar las medidas de precaución para que la fiesta tenga un final feliz.

Basta dar un recorrido por el barrio para darse cuenta que se está celebrando una fiesta: las calabazas, los esqueletos y los murciélagos que adornan las puertas, las ventanas, los árboles y los jardines están ya listos para recibir a los niños que recorrerán, casa por casa, la vecindad para llenar sus bolsas de caramelos y golosinas.

¿Suena divertido, no? Pues siempre que se tomen las medidas necesarias. Los expertos en alimentación en el Loyola University Health System advierten que en la última década ha habido un aumento del 18 por ciento en las alergias alimenticias en los niños .  ¿Acaso alguno de tus hijos es alérgico al huevo, al maní o cacahuate, a la leche o a los frutos secos? Esos suelen ser los alérgenos más comunes. Para evitar sorpresas desagradables, por favor toma las siguientes precauciones:

  • Si tu hijo sufre de alergias y está invitado a una fiesta de Halloween (o a cualquier otro evento, no importa la fecha del año), asegúrate de que los anfitriones estén informados de que tu hijo sufre de alergias, para evitar un accidente y para que le ofrezcan una alternativa segura.
  • Sugiere que tu llevas a la fiesta un plato que tu hijo pueda comer.
  • Si llega a casa cargado de golosinas, revisa las etiquetas para que te asegures de que entre los ingredientes no incluyan un alérgeno (maní o cacahuete, por ejemplo, tan común en los caramelos de la temporada).
  • Si salen de recorrido, lleva contigo un EpiPen (el auto-inyector de epinefrina), por si está expuesto a algún alérgeno (la picadura de un insecto, por ejemplo).

Extrema tus precauciones para una noche divertida

Los niños ya tienen sus disfraces y la casa está bien decorada, pero todavía no basta. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) te recomiendan que aumentes tus precauciones al máximo, tomando las siguientes medidas:

  • Los niños no deben ir solos de casa en casa. Es preferible que vayan en grupos y siempre supervisados por un adulto.
  • Que caminen durante el recorrido, que no corran, para evitar caídas o golpes en la oscuridad. Y mucho cuidado con el tráfico de los automóviles en las áreas del tránsito vehicular.
  • Que lleven una linterna para alumbrar el camino y para que otros puedan verlos, especialmente los automovilistas.
  • Revisa con cuidado los accesorios de los disfraces: las espadas, garfios, tridentes y/o cuchillos que complementan el disfraz deben ser suaves y flexibles. Así no se producen heridas.
  • Si van a usar maquillaje, pruébalo en un área pequeña de la piel para comprobar que no se produce una reacción alérgica (enrojecimiento, picazón o ronchas en el área donde se aplicó). Que eviten usar lentes de contacto de colores. Son muy peligrosos y pueden dañar los ojos y hasta pueden producir ceguera.

De regreso a casa, controla el consumo de golosinas

Los niños regresarán satisfechos y felices si sus bolsas o calabacitas están repletas de dulces que querrán comerse de una sentada. Acepta que al menos ese día, se salgan un poco del orden y el régimen que has establecido. Pero para reducir a un mínimo los excesos, prueba lo siguiente:

  • Revisa el contenido de las bolsas y deja que los niños escojan sus favoritos. Elimina los caramelos y las golosinas que no vengan envueltos de fábrica, o que te parezcan sospechosos.  Lee las etiquetas por si contienen un ingrediente que les cause alergia. Si tienes duda, deséchalos.
  • Para contrarrestar el exceso de azúcar de los caramelos, prepara otros alimentos que les gusten y puedas decorar con motivos de Halloween (gelatinas, mini-pizzas, o cupcakes).
  • Como alternativa a las bolsas de chocolate con leche y azúcar, ofréceles  trocitos de chocolate oscuro, más rico en antioxidantes y con menos cantidad de azúcar.
  • Establece un pacto con los niños: permíteles disfrutar de cierta cantidad de dulces esa noche, guarda lo de demás y gradualmente, permite que coman lo que quede durante los días siguientes (tú decides qué cantidad es conveniente).
  • Si reúnes muchos caramelos y golosinas, considera donar una parte a una escuela o banco de comida comunitario.  Así evitas las tentaciones. Recuerda que el exceso de azúcar y los caramelos duros solamente añaden calorías vacías (sin nutrición), perjudican los dientes y promueven las caries.

Con un poco de planificación y previsión, harás que los niños y toda la familia pase una noche agradable y divertida, y sobre todo, sin excesos y peligros. ¡Feliz Halloween!

 

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Imagen © Shutterstock / Yuganov Konstantin

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