Los sistemas o interfaces cerebro-computadora son como traductores entre el cerebro y las máquinas: convierten las señales nerviosas en órdenes para que una persona con parálisis pueda moverse o comunicarse. Un equipo de la Universidad de California (EE. UU.) ha dado un paso más usando inteligencia artificial para que todo funcione mejor. En un primer ensayo, una persona con paraplejia logró controlar un cursor casi cuatro veces mejor y, además, mover un brazo robótico para hacer tareas que antes eran imposibles sin la ayuda de la IA. Así lo indican los resultados de un estudio que se acaba de publicar en la revista Nature Machine Intelligence.
Este avance marca un antes y un después en las interfaces cerebro-computadora (BCI), ya que la inteligencia artificial se convierte en un aliado clave para multiplicar la eficacia de estos sistemas en personas con parálisis.
Tal y como explican los investigadores, la IA actúa como copiloto digital, corrigiendo errores y suavizando movimientos. Esto permite que tareas que antes eran imposibles, como manejar un brazo robótico, ahora se conviertan en una realidad.
¿Cómo funciona este copiloto de IA?
El sistema combina tres elementos principales:
- Electroencefalografía (EEG) para registrar señales cerebrales de forma no invasiva.
- Un decodificador híbrido con redes neuronales y filtros matemáticos avanzados.
- Dos copilotos de IA que ayudan al usuario a ejecutar tareas como mover un cursor o manipular un brazo robótico.
Gracias a este enfoque, el participante con parálisis logró multiplicar casi por cuatro su precisión en el control del cursor y mover bloques con un brazo robótico, algo imposible sin la asistencia de inteligencia artificial.
Este tipo de avances son fundamentales para mejorar la calidad de vida de personas con enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o lesiones medulares.
Expertos destacan el potencial de la investigación
El Dr. Eduardo Fernández, director del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche y del grupo de Neuroingeniería Biomédica del CIBER-BBN, valora así el avance en declaraciones al Science Media Center de España: “Los pacientes con parálisis severa causada por patologías como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o por otro tipo de alteraciones, como las lesiones medulares, suelen presentar problemas importantes de comunicación y movilidad. (…) Para mejorar su calidad de vida se están desarrollando interfaces cerebro-ordenador (BCI), que registran la actividad eléctrica del cerebro de estos pacientes y transforman estas señales en comandos u órdenes que se pueden utilizar para controlar, en tiempo real, dispositivos externos como brazos robóticos, cursores de ordenador o sillas de ruedas.”
“Una vez que se conoce el objetivo, las acciones humanas siguientes suelen ser bastante estereotipadas y pueden ser asistidas con técnicas de inteligencia artificial. (…) De esta forma, la IA ayuda a decodificar las intenciones del usuario a partir de sus señales cerebrales, incluso cuando estas son ruidosas o incompletas. Esto reduce la carga cognitiva y mejora la experiencia, sin quitarle el control al usuario.”
“Los resultados (…) sugieren que esta aproximación puede ayudar a mejorar, de manera significativa, el control del movimiento de un cursor de ordenador y las acciones de un brazo robótico. (…) Este participante pudo controlar un brazo robótico para mover una serie de bloques a ubicaciones aleatorias, una tarea que no podía realizar sin la ayuda del asistente de IA.”
“Sin embargo, todavía hay que realizar más estudios clínicos con un número suficiente de pacientes y en contextos más amplios. (…) El futuro es esperanzador y debemos estar preparados para poder utilizar los resultados de estas investigaciones para mejorar la calidad de vida de los pacientes con problemas de comunicación y movilidad.”
Un paso más cerca de la vida diaria
Este asistente de inteligencia artificial para controlar brazos robóticos es un avance preliminar, pero abre la puerta a un futuro en el que las personas con parálisis puedan usar estas tecnologías en la vida cotidiana.
Preguntas y respuestas frecuentes
¿Qué significa que un copiloto de IA ayuda al cerebro a mover brazos robóticos?
Significa que la inteligencia artificial asiste al usuario, interpretando y corrigiendo sus señales cerebrales para ejecutar movimientos más precisos.
¿Quiénes se beneficiarían más de esta tecnología?
Principalmente personas con parálisis causada por ELA, lesiones medulares u otras enfermedades que limitan la movilidad.
¿Qué resultados se obtuvieron en el estudio?
Un participante con parálisis mejoró hasta 4 veces su control de un cursor y logró manejar un brazo robótico con ayuda del copiloto de IA.
¿Está disponible ya esta tecnología?
No, se trata de un estudio preliminar. Faltan más ensayos clínicos antes de poder aplicarlo de manera generalizada.
¿Qué desafíos quedan pendientes?
Validar el sistema en más pacientes, adaptarlo a tareas de la vida diaria y mejorar la precisión del reconocimiento de intenciones.
Por Karla Islas Pieck
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