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Si tienes una enfermedad de las arterias del corazón como ateroesclerosis, tu cardiólogo podría recomendarte la cirugía de bypass para las arterias coronarias, también conocida como cirugía de derivación cardíaca o revascularización coronaria. En Vida y Salud te contamos de qué se trata.

La palabra “bypass” proviene del idioma inglés y significa desvío. Y de eso se trata literalmente esta cirugía del corazón: es un desvío de la sangre cuando una de tus arterias coronarias se estrecha o está bloqueada, una enfermedad conocida como Ateroesclerosis.

Tus arterias coronarias son las que le llevan la sangre y el oxígeno a tu corazón para que pueda funcionar adecuadamente. A veces, los malos hábitos o la predisposición genética, por ejemplo, hacen que se empiece a acumular grasa, colesterol y otras sustancias y que se forme una placa en las paredes de tus arterias que las endurece y que si no se trata a veces puede estrechar o bloquear totalmente el paso de la sangre.

Y cuando eso pasa, tu corazón corre un grave riesgo pues deja de recibir la sangre que necesita. Finalmente puede provocarte un dolor en el pecho (angina de pecho), o lesiones en el músculo del corazón con un ataque cardíaco (infarto).

Cuando esto te sucede, tu médico primero te sugerirá cambios en tu estilo de vida y un tratamiento con medicinas. Pero si eso no es suficiente, tendrán que recurrir a una cirugía de bypass coronario antes de que corras un mayor riesgo.

El objetivo del bypass es, entonces, crear un desvío o “puente” en la zona donde se ha estrechado la arteria o se ha bloqueado, para así permitir que la sangre siga su camino sin detenerse. ¿Y cómo se construye ese puente? Usando alguna vena de otra parte de tu cuerpo, generalmente de tu pecho (arteria mamaria interna), de tus piernas (vena safena) o de tu muñeca (arteria radial).

Esta vena, la cual se llama “injerto”, puede conectarse entre tu arteria aorta y la parte de abajo de la arteria bloqueada para permitir el paso de la sangre, o simplemente se pega a uno y otro lado de la zona afectada, formando una especie de “puente elevado” para permitir el flujo sanguíneo (que circule la sangre).

La cirugía de bypass coronario puede hacerse de la forma tradicional, abriendo tu pecho y pasando la sangre a través de una máquina corazón-pulmón que la sigue bombeando a tu cuerpo durante la cirugía. Esta es la cirugía más común.

Existen actualmente otras opciones intervenciones sin usar la máquina corazón-pulmón, que es la cirugía mínimamente invasiva en la que se opera a través de una pequeña incisión (cortada). Así mismo, también existen otros tratamientos diferentes para tratar la Ateroesclerosis, como la Angioplastía o el Stent (endoprótesis vascular). Pero la elección de qué cirugía es la más adecuada para ti, depende de tu situación específica, de tu diagnóstico, de cuántas arterias coronarias (cuántos de los vasos que irrigan al corazón) están afectadas y qué tan afectadas están. Es importante que lo discutas con tu cardiólogo y si tienes dudas, que pidas una segunda opinión.

Actualmente el bypass coronario es una de las cirugías más comunes en Estados Unidos, y según la Asociación Americana del Corazón, cada año se realizan 427,000 sólo en este país. Una cantidad impresionante considerando que la necesidad de un bypass realmente podría prevenirse. Esto es un claro indicio de que el estilo de vida de muchos no es muy saludable. ¡Empecemos a cuidarnos desde ya!

 

Ultima revisión: 2017

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Imagen © iStock / Askold Romanov

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