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Hacer ejercicio de manera frecuente es tan importante para la salud como llevar una dieta equilibrada. Lo bueno es que caminar a paso vivo puede ser suficiente para evitar enfermedades. Pero si además quieres perder peso, correr parece ser más efectivo. Así lo demuestran estudios recientes. Descubre más en este artículo, y ponte en acción.

Cualquier tipo de actividad física regular ayuda a mantener una buena salud y calidad de vida. Entre ellas, caminar y correr son dos alternativas accesibles que pueden ser puestas en práctica en el mismo minuto en el que tú lo decidas, sólo debes tener un calzado cómodo y elegir el lugar adonde irás a entrenar: el parque, el barrio, alguna zona especial de tu localidad o la misma cinta en el gimnasio.

Tú eliges, pero si lo que buscas es perder peso, salir a correr puede brindarte mejores resultados a largo plazo. Es lo que ha encontrado un estudio que se publicó en el medio especializado Medicine & Science in Sports & Exercise, según el cual los obesos que corren obtendrían mejores resultados que los que caminan, cuando se trata de perder peso.

Por el contrario, cuando lo que buscas es mantener la salud, caminar rápido tendría tantos beneficios o más beneficios que correr. Así lo ha demostrado otro estudio publicado en Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology, una revista de la Asociación Americana del Corazón, según el cual los participantes que caminaban vigorosamente obtuvieron resultados ligeramente superiores en cuando a disminuir el riesgo de sufrir presión arterial alta, colesterol alto, diabetes y enfermedad del corazón. Así es que, si no te gusta correr, ¡no dudes en convertir una caminata en una sesión de ejercicios!

Para llegar a los resultados de ambos estudios, unos investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley en California, en Estados Unidos, hicieron un seguimiento de más de seis años de los datos de 33,060 corredores y 15,045 caminantes que tenían entre 18 y 80 años de edad (la mayoría entre 40 y 60), que participaron en el Estudio Nacional de Salud de los Corredores y en el Estudio Nacional de Salud de los Caminantes.

En uno de los análisis, los científicos encontraron que, ante la misma cantidad de ejercicio, los corredores con un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 28 (que se considera sobrepeso) obtuvieron una pérdida de peso 90 por ciento mayor que los caminantes con un IMC similar. De todos modos, aclararon que esto no significa que el ejercicio vigoroso sea suficiente, siempre es necesario acompañarlo con una dieta apropiada.

Paralelamente, en el otro análisis, los autores descubrieron que caminar a paso vivo puede ofrecer mejores resultados que correr, cuando se trata de mantener la salud. En detalle, estimaron que:

  • Correr redujo el riesgo de hipertensión en un 4.2 por ciento, caminar lo hizo en un 7.2 por ciento.
  • Correr redujo el riesgo de colesterol alto en un 4.3 por ciento, caminar lo hizo en un 7 por ciento.
  • Correr redujo el riesgo de diabetes en un 12.1 por ciento, caminar lo hizo en un 12.3 por ciento.
  • Correr redujo el riesgo de enfermedad cardiaca en un 4.5 por ciento, caminar lo hizo en un 9.3 por ciento.

Estos hallazgos se suman a otras investigaciones que previamente habían demostrado los beneficios del ejercicio vigoroso, tanto para la diabetes y el corazón como para la pérdida de peso. Así es que, como conclusión final, recuerda que siempre es mejor hacer algún tipo de ejercicio que ningún ejercicio. No importa si es jardinería, caminatas o largas sesiones en el gimnasio. Lo importante es que elijas la actividad que más te agrada y la practiques de manera regular, sin olvidarte de disfrutarla cada vez que lo haces. Pues de eso se trata: de sentirse bien para estar aún mejor.

 

Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2013.

Imagen © iStock / Olivier Blondeau

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