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  • La meningitis afecta a 9 millones de personas en el mundo. Latinoamérica tiene algunos países con alto número de casos.
  • Las meninges protegen a todo el sistema nervioso central, incluido el cerebro. Una infección bacteriana de este tejido puede ser mortal.
  • Los síntomas son muy generales, como fiebre, dolor de cabeza, malestar, náuseas y vómitos. Pero la rigidez de cuello es un signo característico de la enfermedad.
  • La atención médica debe producirse cuanto antes. En el hospital se realiza punción lumbar para extraer el líquido cefalorraquídeo que se encuentra en las meninges y así descartar una infección

La meningitis es una infección que afecta al sistema nervioso central -formado por el cerebro y la médula espinal- por lo que puede ser muy grave y es altamente preocupante, especialmente en América. El 20% de toda la energía de nuestro cuerpo va hacia el cerebro, lo que lo hace un órgano muy apetitoso para cualquier patógeno. Pero cuando uno de estos microorganismos indeseables se cuela ya sea en el cerebro o en la médula espinal, el proceso para detectarlo es completo, ya que se requiere realizar una punción lumbar mediante la cual se extrae líquido cefalorraquídeo con ayuda de una aguja. Esto ocurre porque el sistema nervioso central tiene una barrera prácticamente impenetrable precisamente para intentar defenderse de las infecciones y otros daños producidos por sustancias tóxicas, por ejemplo.

Las meninges

El cerebro, sabemos que está dentro de nuestro cráneo, pero no puede simplemente estar libre, principalmente porque los tejidos nerviosos son muy sensibles y frágiles. Pero luego vemos a los jugadores de futbol americano recibir duros golpes en la cabeza donde generalmente no les pasa nada. ¿Cómo puede ser? La respuesta es que el cerebro está rodeado, al igual que la médula espinal dentro de la columna, por una serie de capas celulares, así como de un líquido que mantiene ‘flotando y acolchado’ a todo el sistema. Estas estructuras en su conjunto se llaman meninges (puedes ver un dibujo acá). 

  • Dura mater: Hace alusión a que al igual que una madre protege, pero es la capa más sólida, es decir, dura. Se encuentra pegada al cráneo, asegurando que, si se produce un daño óseo, hay una estructura fibrosa que sostiene el hueso. Por acá pasan muchas arterias que cuando se inflaman producen algunas de las jaquecas.
  • Tejido aracnoides: Red similar a una final tela de araña, que sostiene a la dura mater y extiende filamentos para generar un espacio, a modo de ‘aire’ entre el cráneo y el cerebro, llamado espacio subaracnoideo.
  • Líquido cefalorraquídeo: Corresponde a un fluido que mantiene ‘flotando’ al cerebro. En un movimiento brusco este lo frena la velocidad con la que pueda chocar contra el cráneo. Este líquido está producido por el cerebro y, al encontrarse por todos los lugares, funciona muy bien como muestra de lo que sucede en todo el sistema nervioso central. En este caso, para comprobar si existe algún patógeno.
  • Pía mater: Al igual que la dura mater su función es recubrir al cerebro. Es una fina y delicada tela que se adhiere al cerebro y la médula espinal. Corresponde a la última frontera antes de las neuronas y es en este lugar donde se encuentra la barrera hematoencefálica, una separación hermética entre todo el cuerpo y el sistema nervioso central.

La meningitis puede ser la inflamación de cualquiera de las meninges. Considerando que se encuentran tan cerca del cerebro, es un desorden que pone en riesgo la vida. En todo el mundo, anualmente, casi 9 millones de personas padecen esta infección y un 20% de los afectados mueren. De aquellos que sobreviven, una quinta parte quedan con secuelas cerebrales y cognitivas. 

Latinoamérica tiene una presencia dispar de esta enfermedad:

  • Brasil, el Caribe, Argentina y Chile tienen el mayor número de casos, cercanos a 15 por cada 100 mil personas.
  • En Estados Unidos y los demás países latinos, la incidencia es muy baja: 1 cada 100 mil personas.

Algunas bacterias y virus, que ingresan por pequeñas gotitas de secreción respiratoria y saliva, son los principales responsables. Lo positivo es que mientras más peligrosa la cepa, más difícil es contagiarse. 

  • Meningitis bacteriana: Es muy severa y riesgosa, en conjunto puede llegar a ser fatal para el 25% de todos los afectados, pudiendo quitar la vida en menos de dos días. La infección con tipos de bacterias del grupo Streptococcus son las de mayor riesgo ya que rápidamente cruzan las meninges, desde la sangre, y llegan al cerebro, produciendo encefalitis.           
  • Meningitis viral:Raramente pone en riesgo la vida. Pero en cambio, es la que produce la mayor cantidad de efectos a largo plazo”, señala la experta en enfermedades infecciosas, Casey Pinto, del centro médico de la Universidad de Pittsburgh. También se le llama “meningitis escéptica”. Comúnmente este tipo de meningitis pasa desapercibida, al sanarse de manera natural, y puede confundirse con un resfriado viral.

Síntomas y tratamientos

Al estar hablando de una inflamación de las meninges, esto ejerce presión sobre el cerebro, por lo que muchos de los síntomas son generalizados:

  • Fiebre, al estar frente a una infección bastante extrema
  • Dolor de cabeza, al inflamarse las meninges se presionan los nervios y se activa el dolor. Lo que puede llevar a sensibilidad a la luz
  • Un rasgo muy característico de la meningitis (casi exclusivo), es la rigidez del cuello, acompañada de flexión de las rodillas cuando se mueve el primero.
  • Náuseas y vómitos
  • Si la inflamación es severa o se comienza a producir encefalitis, se ve afectada la concentración e incluso puede presentarse confusión al estar viéndose afectados los tejidos cerebrales. 
  • Sarpullido cutáneo, principalmente en la cara. Pero no siempre se presenta

Si reconoces la presencia de estos síntomas, lo mejor es buscar atención médica cuanto antes. Allí, además de exámenes físicos y de sangre, se realiza la punción lumbar, donde se obtendrá desde la columna el líquido cefalorraquídeo, que nos aclarará el tipo de meningitis y severidad. “La recolección del líquido cefalorraquídeo es la base para llegar al diagnóstico de meningitis- menciona Martha Espinoza, Pediatra infectóloga del Hospital infantil de México-; debe realizarse lo más pronto posible para identificar la presencia y/o el estado de la infección del sistema nervioso central (SNC)”. 

Bajo ningún motivo se debe realizar automedicación, porque cada fármaco ataca a una variante específica.

Algunos de los factores de riego para ser más susceptible a padecer meningitis son:

  • Tener el sistema inmune comprometido, por ejemplo, por una enfermedad autoinmune, cáncer o SIDA.
  • Los bebés, niños y adolescentes son los principales afectados por los tipos bacterianos más peligrosos
  • Viajar a zonas que poseen una mayor incidencia de las variantes de riesgo

Finalmente, existe un grupo de vacunas que se están utilizado para reducir los casos mortales. “Estamos trabajando para eliminar las epidemias de meningitis bacteriana en América Latina y para reducir la discapacidad, así como mejorar la calidad de vida luego de padecerla”, comenta Lucia de Oliveira, Asesora Regional de Vacunación de la Organización Panamericana de Salud.

Por Carlos Diego Ibáñez
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Imagen: ©Pexels / Nathan Cowley

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