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  • Se estima que cerca del 20 % de los casos de infertilidad de origen desconocido pueden estar relacionados con algún tipo de problema inmunológico
  • Entender cómo afectan los trastornos autoinmunes a la fertilidad femenina podría ayudar a prevenir problemas de esterilidad.
  • Estas enfermedades varían mucho, por lo que es importante tratar cada caso de manera personalizada, ya que pueden involucrar diferentes mecanismos.

El sistema inmune se encarga de defender nuestro organismo de infecciones y enfermedades, representando una barrera contra agentes externos. Es una red compleja de células, tejidos, órganos y las sustancias que estos producen y como tal, debido a todo ello, no siempre es perfecto. A veces, por error, este puede atacar a las propias células, tejidos y órganos del cuerpo, causando inflamación, daño y disfunción en diversas partes del cuerpo. Es lo que se conoce como enfermedades autoinmunes.

Las causas exactas de estas enfermedades no se conocen completamente, pero se cree que son el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales y hormonales. Según los datos disponibles, solo en Estados Unidos hay más de 50 millones de personas que padecen alguna de las más de cien enfermedades autoinmunes que hay, siendo algunas de las más comunes la diabetes tipo 1, la esclerosis múltiple o el lupus.

El impacto en la fertilidad femenina

Este tipo de enfermedades son más usuales en las mujeres, ya que les afectan al doble que a los hombres. Muchos trastornos tienden a aparecer durante periodos de estrés intensos, como el embarazo, o durante un gran cambio hormonal. Aunque existe la creencia generalizada de que las enfermedades autoinmunes tienen un alto impacto en la fertilidad femenina, cada una tiene características diferentes en lo que respecta a la fertilidad. Si bien es cierto que en torno al 20 % de los casos de infertilidad de origen desconocido suelen ser atribuidos a algún tipo de desorden inmunológico.

“Hay que tener en cuenta que el sistema inmune a veces no es capaz de diferenciar entre las células del propio organismo y los agentes externos”, explica la Dra. Mariolla Parra, ginecóloga de Ginefiv, centros especializados en reproducción asistida de España. “En la mayoría de las mujeres, el sistema inmunitario desarrolla lo que se conoce como mecanismo de tolerancia para no atacar al embrión durante el periodo de gestación, ya que se corresponde con una situación anómala para el cuerpo femenino mientras que experimenta el desarrollo de otro organismo con un sistema inmune propio en su interior”, añade la especialista.

“Sin embargo, cuando existen ciertas patologías de base, como algunos desórdenes de origen inmunológico, el organismo de la mujer puede identificar a los espermatozoides o al embrión como agentes extraños, dando lugar a situaciones identificadas con la esterilidad inmunológica”, concreta la doctora. Esto hace que al final la fertilidad se vea afectada y se pueda explicar de esta forma algunos de los problemas a la hora de concebir.

Cada enfermedad requiere un abordaje diferente

Uno de los problemas a la hora de afrontar esta problemática deriva precisamente de la alta complejidad que tienen las enfermedades autoinmunes. El hecho de ser un abanico tan amplio hace que no existan soluciones universales, y que cada caso se deba afrontar de una manera concreta. Una de las enfermedades que más infertilidad causa en las mujeres es lo que se conoce como el lupus eritematoso sistémico o LES.

Esta enfermedad autoinmune sistémica se caracteriza por la inflamación y daño de los tejidos, pudiendo afectar a cualquier parte del organismo, aunque una de las zonas más frecuentes es el aparato reproductor. No obstante, las mujeres que se enfrentan a esta patología no son necesariamente estériles y, de hecho, los avances científicos han permitido a muchas mujeres con LES quedarse embarazadas y llevar sus embarazos a buen término.

“Si bien es cierto que deben ser gestaciones muy planificadas, muchas veces acompañadas por las técnicas de reproducción asistida para controlar con exactitud aspectos como la medicación y el número de intentos, ya que sigue habiendo más complicaciones asociadas al embarazo como la disminución de la reserva ovárica o la irregularidad menstrual, incluyendo la propia pérdida gestacional”, matiza la Dra. Parra.

Por eso, “la clave para un embarazo exitoso es que no haya existido actividad de la enfermedad en los 6 meses anteriores y utilizar un tratamiento que no favorezca los brotes”, ya que ciertos medicamentos antiinflamatorios no esteroideos para hacer frente al LES pueden provocar complicaciones en el embarazo y abortos espontáneos, al igual que algunos corticoides e inmunosupresores.

La celiaquía también puede afectar a la fertilidad

Uno de los trastornos autoinmunes que en los últimos años ha ganado una gran visibilidad es el de la celiaquía, que ocasiona reacciones inflamatorias en la mucosa del intestino delgado ante la presencia del gluten. Lo que ya no es tan conocido es que las implicaciones de esta enfermedad van mucho más allá de los problemas gástricos y que afecta a otros sistemas del organismo, como el reproductor.

“Esto es así porque las personas celíacas que no están tratadas son incapaces de absorber ciertos nutrientes como el hierro, zinc o la vitamina B12, que son importantes para la implantación del embrión”, explica la experta. Además, “los anticuerpos que libera el cuerpo de la mujer celíaca no diagnosticada como respuesta al gluten dañan el tejido trofoblástico, una estructura temprana del desarrollo embrionario que desempeña un papel fundamental en la implantación del embrión en el útero, lo que impide que el feto reciba todos los nutrientes que necesita y se produzcan pérdidas gestacionales recurrentes, siendo habituales los abortos de repetición”.

Algunos síntomas incipientes de los problemas reproductivos que pueden detectar las mujeres celíacas según la edad a la que se presente la patología de base son: menarquía (primera menstruación tardía), ciclos menstruales irregulares, amenorrea (ausencia de menstruación), dolor pélvico crónico, menopausia precoz, endometriosis, síndrome de ovarios poliquísticos y dificultad para quedarse embarazada.

La esclerosis múltiple y la pérdida de libido

Por otro lado, trastornos inmunológicos como la esclerosis múltiple, que habitualmente se ha relacionado con la endometriosis, no son sinónimo de infertilidad. De hecho, una particularidad de esta enfermedad es que, durante la gestación, el sistema inmunitario de la mujer le impide rechazar al feto, de forma que ese estado inmunológico puede protegerla de la enfermedad y frenar los brotes durante el embarazo.

Aunque “sí es necesario tener en cuenta que la disfunción sexual es común en mujeres y hombres con este tipo de esclerosis”, puntualiza la Dra. Parra. “Esto influye en aspectos como la disminución de la libido por lo que, sumado a la interferencia de algunos tratamientos frente a la patología en el desarrollo del bebé, es recomendable que las mujeres con esclerosis múltiple que quieren quedarse embarazadas consulten al especialista en fertilidad”, concluye la especialista.

 

Por Miguel Ramudo
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