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  • La esclerosis múltiple es una enfermedad del cerebro y la médula espinal que afecta a casi un millón de estadounidenses
  • La mayoría de casos de esclerosis múltiple se producen en mujeres jóvenes, de entre 20 y 40 años
  • Tras el diagnóstico de esclerosis múltiple es importante llevar un estilo de vida saludable
  • Los tratamientos de la esclerosis múltiple son muy eficaces y logran una muy buena calidad de vida 

El 30 de mayo se conmemora el día de la esclerosis múltiple, una enfermedad del cerebro y la médula espinal que afecta a alrededor de un millón de estadounidenses. Se produce cuando el sistema inmunitario ataca a la mielina, que es la sustancia que recubre y protege las células nerviosas y que tiene como función principal aumentar la velocidad de transmisión de los impulsos nerviosos.

La doctora Ana Belén Caminero es coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología. Como explica esta experta, la mayoría de los casos se producen en gente joven, entre 20 y 40 años y es más frecuente en mujeres: aproximadamente por cada hombre afectado hay tres mujeres. Los principales signos de sospecha son síntomas neurológicos que aparecen en varios días, duran varias semanas y luego remiten y desaparecer, pudiendo dejar en algunos casos alguna secuela.

Entre otros síntomas frecuentes, destacan:

  • Pérdida de visión con dolor en un ojo
  • Debilidad en una parte del cuerpo, como en un brazo o en una pierna, en las dos piernas o en el brazo y la pierna del mismo lado
  • Trastorno de sensibilidad en un brazo o en una pierna
  • Problemas para eliminar la orina
  • Trastorno de la coordinación
  • Visión doble

“Cuando los pacientes llegan a nuestras consultas -señala la doctora Caminero- lo fundamental es realizar una buena historia clínica, de manera se sospecha esta enfermedad que si presentan algunos de los síntomas citados en pacientes jóvenes -especialmente mujeres- y desaparecen al cabo de unos días. Tras esta sospecha, pedimos una serie de pruebas complementarias, como:

  • la resonancia magnética cerebral y medular 
  • análisis de sangre (para descartar otras enfermedades parecidas a la esclerosis múltiple, pero que no lo son) 
  • punción lumbar, para analizar el líquido cefalorraquídeo
  • otras pruebas, como los potenciales evocados, que miden la actividad eléctrica del cerebro en respuesta a diferentes estímulos”

Tras el diagnóstico, los médicos recomiendan cambios en el estilo de vida de los pacientes. El motivo es que existen factores de riesgo que se asocian a un avance más rápido de la enfermedad. Por este motivo, es muy importante:

  • dejar de fumar
  • llevar una vida activa, evitar el sedentarismo
  • realizar actividad física
  • evitar la obesidad
  • controlar la hipertensión, la diabetes y el colesterol elevado
  • comer con poca sal
  • tener niveles elevados de vitamina D, por lo que puede ser preciso recibir suplementos

Al ser muchas de las pacientes mujeres jóvenes, deben tener en cuenta que si quieren quedarse embarazadas deben recibir tratamiento desde el principio de la enfermedad. Como recalca la doctora, “cuanto antes demos el tratamiento, mejor será la evolución a corto, medio y largo plazo. Hoy contamos de tratamientos muy seguros durante el embarazo. Siempre lo hablamos con los pacientes y, si alguna quiere interrumpir el tratamiento, realizamos una vigilancia y una monitorización muy estrecha”.

De momento, los medicamentos no curan la esclerosis múltiple. Pero, si se administran cuando aparece la enfermedad, tienen una gran eficacia:

  • en la prevención de brotes 
  • en la acumulación de lesiones radiológicas 
  • impidiendo la progresión de la discapacidad 

“Los tratamientos actuales consiguen que los pacientes tengan una calidad de vida y una vida prácticamente normal durante muchos más años de lo que sucedía antes”, resume la experta.

Entre los retos del tratamiento, la doctora Caminero subraya combatir el componente degenerativo de la esclerosis múltiple. “La enfermedad tiene dos componentes: el inflamatorio y el degenerativo. Los tratamientos disponibles controlan muy bien el componente inflamatorio y no tan bien el degenerativo, pero se está investigando en este campo. La expectativa importante es que, en los próximos años, contemos con tratamientos que lo controlen, al menos de manera parcial”, anuncia.

Factores de riesgo

El factor de riesgo más conocido asociado a la esclerosis múltiple es la infección por el virus de Epstein-Barr: el 100% de los pacientes han tenido esta infección, pero hacen falta muchos otros factores para desarrollar la enfermedad. Entre otros, múltiples factores genéticos que inciden en la predisposición a tenerla.

Entre los factores ambientales, destacan:

  • el déficit de vitamina D
  • la disminución de la exposición al sol
  • fumar
  • obesidad, sobre todo en la adolescencia
  • trabajo en horario nocturno
  • dormir menos de siete horas en la adolescencia

¿Qué sucede si la esclerosis múltiple no se trata? 

En el caso de que el paciente de esclerosis múltiple no reciba tratamiento, desarrollará nuevos brotes que le dejarán secuelas. Y comenzará a desarrollar la forma progresiva de la enfermedad, con acumulación imparable de síntomas neurológicos que conducen a, entre otras situaciones:

  • incapacidad para caminar 
  • dificultad para mover los brazos
  • trastornos cognitivos, con pérdida de memoria
  • pérdida del control de los esfínteres  
  • fatiga
  • espasticidad (músculos tensos y rígidos)

Merck España ha puesto en marcha una campaña llamada ‘Un ritmo imparable’. Como explica la doctora Caminero, el objetivo es que, con los nuevos tratamientos y la investigación, los pacientes no tengan que frenar su ritmo de vida a consecuencia de la enfermedad.

 

Por Javier Granda Revilla
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Imagen: ©Shutterstock / New Africa

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