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Cuando tienes un bebé, eres cien por ciento responsable de administrarle sus medicinas en caso de que las necesite. Pero a medida que los bebés crecen y se vuelven niños y pre-adolescentes, debes enseñarles la manera correcta de tomar medicamentos, siempre bajo tu supervisión y bajo las indicaciones del médico.

 

María tiene 9 años y se queja de que le cuesta tragar las pastillas. Tiene una infección en la garganta y el médico le recomendó tomar antibióticos. Su mamá está siempre pendiente de la hora en que debe tomarlos y le enseña con paciencia a tragar las pastillas que a María tanto le desagradan. Eso sí, se encarga de que los antibióticos estén fuera del alcance de María, pues teme que los tome cuando no debe.

Si te encuentras en situaciones parecidas con frecuencia, es hora de que le enseñes a tus hijos a tomar los medicamentos de manera segura. ¿Cómo puedes hacerlo? Aquí te doy algunos consejos importantes a la hora de tomar medicinas sin riesgos y en pro de la salud:

  • Antes que nada, recuerda que aunque le enseñes a tus hijos a tomar medicamentos de forma segura a medida que lo necesiten, NUNCA deben tomarlos sin la supervisión de una adulto. Es decir, que SIEMPRE debes estar presentes cuando la tomen, sin importar su edad.
  • Cuando se trata de medicamentos recetados por el médico, es indispensable que le hagas entender a tu hijo/a que debe tomarlos exactamente como lo indicó el médico: específicamente la dosis (cuánto tomar), cuándo tomarlo y cómo tomarlo. Algunos medicamentos se deben tomar varias veces al día, otros una; algunos se deben tomar con comidas, otros antes de irse a dormir.
  • Cuando se trata de medicamentos de venta libre, es importante que los niños aprendan a leer la información de la etiqueta. Enséñales a leer los ingredientes y las advertencias, recalcando que tomar más de la dosis recomendada o tomar dos medicamentos al mismo tiempo sin consultar a un médico puede ser peligroso para la salud por dos razones: una, porque puede evitar que el medicamento surta efecto y dos, porque puede ocasionar una sobredosis o reacciones negativas (malas) debido a las interacciones entre los medicamentos.
  • En el caso de los medicamentos líquidos, es importante que los niños aprendan a medir la cantidad exacta de la medicina, ya sea con la tapa, una cuchara o una jeringa, las cuales vienen con el medicamento para asegurar que la dosis sea exactamente la que se recetó. Adviérteles que usar otras herramientas como las cucharas para comer, pueden alterar la dosis y poner en riesgo su salud.

Si tienes dudas sobre la mejor manera de que los niños tomen sus medicamentos, consulta con el pediatra. Es un asunto serio que debe tomarse como tal, pues las medicinas son para curar y no para poner en riesgo la salud.

Recuerda mantener los medicamentos fuera del alcance de los niños.

Imágen © iStockphoto.com / Marilyn Nieves

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