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“Hasta que la muerte los separe” es una frase que en muchas ocasiones no surte efecto. Cada vez más son las parejas que se divorcian en el mundo, lo cual causa estrés, depresión y otros problemas de salud. Curiosamente, estos problemas se presentan con mayor frecuencia entre las personas jóvenes que se divorcian y no tanto en las personas mayores. Entérate del porqué.

Laura y Felipe llevaban 3 años de novios cuando decidieron casarse. Después de jurarse amor eterno, duraron juntos 3 años más. Un amor de 6 años que para ellos, que tienen 30, es toda una vida junto a una persona. Laura está deprimida y piensa que no va a poder encontrar a otra persona como Felipe. Felipe, cree que Laura no era para él y asegura que no va a volver a casarse.

Elsa, se divorció luego de 28 años de casada, cuando descubrió que su marido tenía una familia paralela. Para quienes ven estos casos, es fácil decir que Laura y Felipe superarán mucho más fácilmente el divorcio, pues son jóvenes y tienen toda la vida por delante. Además, para las generaciones más jóvenes el divorcio se ha vuelto algo más común y la presión para casarse ya no es tan grande como antes. En cambio, Elsa, algunos pueden decir, “desperdició” su vida junto a un hombre que no valía la pena y ahora estará muy deprimida.

¿Qué pensarías si te digo que pasa exactamente lo contrario?

Según una investigación reciente, las personas mayores que se divorcian, superan mucho más fácilmente el dolor de la separación que las personas jóvenes que terminan con su matrimonio.

La razón, dicen los autores de la investigación realizada en la Universidad Estatal de Michigan, en Estados Unidos, puede estar ligada a que la presión por casarse y permanecer casados era mucho más fuerte en generaciones anteriores, y es probable que las personas mayores que se divorcian hayan aguantado mucho tiempo en un matrimonio infeliz, por lo cual, ante la separación, sienten un alivio.

Así lo indicaron los resultados del estudio que analizó la salud de 1,282 personas que participaron en una encuesta a largo plazo en la cual se comparaba la salud de quienes estaban casados durante un período de 15 años y de quienes se divorciaron.

Entre los participantes se encontraban personas nacidas en los años 50 que se habían divorciado entre los 35 y los 41 años de edad, los cuales reportaron más problemas de salud que quienes se divorciaron entre los 44 y los 50 años de edad. Los divorciados en general, reportaron más problemas de salud que quienes siguieron casados.

El estudio también encontró que lo que afecta la salud no es estar casado o divorciado, sino el paso de un estado al otro, pues es estresante y deprimente.

Si estás pasando por un divorcio, no olvides estos consejos para ayudarte a superar esta etapa, que si bien es difícil, como todo, “también pasará”. Toma nota:

  • Deja que la tristeza, el enojo y la frustración fluyan. Es normal que tengas este tipo de sentimientos, debes aceptarlos y reconocerlos para superarlos.
  • Pide ayuda. Comparte tus sentimientos con amigos y familiares y considera buscar un grupo de apoyo. Aislarte puede aumentar tu tristeza y tus niveles de estrés, lo cual pasará una cuenta de cobro a tu salud.
  • Tómate el tiempo para hacer ejercicio, para comer bien y para relajarte.
  • Piensa positivamente e intenta encontrar nuevos intereses y amistades.
  • No discutas con tu ex pareja, busca la manera de lograr acuerdos sin caer en peleas.  Es mejor esperar hasta calmarse.
  • No uses drogas ni alcohol, estos tienden a empeorar los problemas.

Piensa en tu salud. Un divorcio es algo doloroso, pero de seguro sucedió por tu bien. Estar con la persona equivocada puede traerte muchos más dolores de cabeza.

Busca ayuda si la necesitas. ¡Ánimo! Recuerda que la vida está llena de oportunidades.

 

Imagen © iStockphoto.com / Courtney Keating

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