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¿Qué pasa con los hijos cuando los padres se separan? La separación trae cambios inevitables. Especialmente en rutinas, tiempos compartidos y hasta en las conversaciones. Para los niños, esto suele despertar miedo, confusión y, en ocasiones, sentimientos de culpa. Sin embargo, lo que no cambia es que los hijos siguen necesitando el rol paternal y materno. Lo que se debe traducir en un entorno estable. En este artículo encontrarás recomendaciones para actuar en los primeros días. Así como algunas situaciones que pueden aparecer.

Antes de la separación: preparar el terreno

“Si la decisión ya está tomada, planificar la conversación con los hijos es crucial e inevitable. Alargar el proceso solo puede traer consecuencias negativas”, señalan desde GingerBread. Fundación de Reino Unido, expertos en apoyo a familias separadas.

Algunas claves son:

  • Coordinar el mensaje. “Si es posible, anuncien la noticia juntos. Si no lo es, que el progenitor más estable emocionalmente hable primero”.
  • Usar frases cortas y claras. “Viviremos en casas diferentes, pero seguimos cuidándolos y queriéndolos”.
  • Evitar detalles sobre conflictos o culpas. Los niños no deben cargar con los problemas de los adultos.

Más consejos sobre crianza positiva.

Primeros días tras la separación: seguridad emocional

Los primeros días son críticos porque coinciden cambios con poca capacidad de control. El psicólogo Nicolás Navarro recomienda:

  • Mantener rutinas. Las comidas, hora de dormir y actividades regulares aportan predictibilidad.
  • Garantizar la presencia del progenitor ausente con llamadas o videollamadas. Especialmente en momentos claves del día.
  • Escuchar y validar emociones. Un “veo que estás triste, cuéntame” ayuda más que corregir. Es importante contestar preguntas y validar lo que sienten, evitando entrar en detalles.
  • Evitar discusiones frente a los niños. Las peleas constantes son más dañinas que la separación en sí. “Esto debe aplicarse siempre. Los hijos no deberían presenciar violencia de cualquier tipo, en ningún momento, entre los padres”.

Reacciones según la edad

El Dr. Brian D’Onofrio, experto en salud del comportamiento de la Universidad de Indiana, explica que las respuestas varían. Entre los niños y su etapa de desarrollo:

  • 0–5 años. Es común el llanto y regresiones (mojar la cama, chuparse el dedo). Ayudan objetos de transición (fotos, peluches). Así como tener contactos frecuentes con el progenitor ausente.
  • 6–12 años. La ansiedad es expresada en la escuela o en casa. Calendarios visibles (no fallar en las visitas) y espacios para hablar son fundamentales.
  • Adolescentes. Rebeldía, aislamiento y crítica. Es importante respetar su espacio. Aun así, es importante mantener comunicación abierta y un rol paternal fuerte. Puede ser bueno que participen en decisiones prácticas.

Cómo reducir la incertidumbre

La incertidumbre es uno de los factores más angustiantes para los niños ante la separación de los padres. Para manejarla:

  • Optar por pequeñas conversaciones, más que una gran charla llena de información.
  • Asegurar previsibilidad en visitas y rutinas. Que ellos sepan que sucederá ayuda mucho.
  • Mantener consistencia básica entre hogares. Es importante tener acuerdos básicos sobre horario de dormir, deberes y límites de pantalla. Ayudan a que los niños no pierdan el norte.
  • Practicar el autocuidado parental. La persona que cuida a los niños por más tiempo necesita apoyo. La salud mental y descansos son prioridad para poder cuidar bien.

 Lee más sobre salud mental familiar.

Situaciones comunes y cómo manejarlas

Fiestas y cumpleaños

  • Coordinar con antelación. Si no se celebra juntos, organizar una alternativa cercana. Evitar discusiones o rivalidades durante los festejos.

Aparición de una nueva pareja

  • Presentar a la nueva persona con prudencia y cuando la relación esté consolidada. Evitar colocarla en rol parental de inmediato.
  • No presionar a los niños para que elijan entre adultos.

Evitar usar a los hijos como mensajeros

Nunca deben transmitir mensajes ni ser “espías” de un progenitor. Esto daña su seguridad emocional y los coloca en conflictos de lealtad imposibles.

Lo que realmente protege a los niños

Lo que más protege a los hijos cuando los padres se separan es mantener la calidad del vínculo. Así como la ausencia de conflictos constantes, no un acuerdo perfecto escrito en papel. La calma, la predictibilidad y el respeto mutuo son claves para que los hijos se adapten.

Pedir ayuda profesional no significa ser un mal padre o madre. Al contrario, es un acto de amor que fortalece la crianza y el bienestar de los niños.

Preguntas frecuentes

¿Qué sienten los hijos cuando los padres se separan?

Pueden experimentar miedo, confusión y culpa, dependiendo de su edad y etapa de desarrollo.

¿Cómo apoyar a los niños en los primeros días?

Manteniendo rutinas, validando emociones y evitando discusiones frente a ellos.

¿Cómo reaccionan según la edad?

Los más pequeños muestran regresiones. Luego, al entender, es común la ansiedad, rebeldía o aislamiento.

¿Qué ayuda a reducir la incertidumbre?

Conversaciones continuas, rutinas claras, previsibilidad y coherencia entre hogares.

¿Cómo manejar fiestas y celebraciones tras la separación?

Con coordinación previa y evitando convertirlas en un espacio de conflicto.

¿Es necesario buscar ayuda profesional?

Sí, pedir apoyo psicológico fortalece la crianza y ofrece a los niños un entorno más estable.

Por Carlos Diego Ibáñez
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Imagen: ©Shutterstock / Dasha Petrenko

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