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Desde controlar la obesidad y aliviar el dolor de espalda hasta mejorar la vida sexual

¿Quién dijo que el yoga es sólo para mujeres? Cada vez son más los estudios que relacionan esta práctica con varios beneficios para la salud de los hombres, desde controlar la obesidad hasta mejorar la vida sexual. Descubre más detalles en este artículo y comienza a beneficiarte con el yoga.

Al principio, Daniel iba de mala gana, un poco para darle el gusto a su mujer y otro poco para que dejara de atormentarlo con tanta insistencia. Pero eso fue sólo al principio. Ahora, no hay sábado que no se levante temprano para poder tomar sus clases de yoga, en el grupo masculino que se ha formado en su barrio.

Al que todavía no logran convencer es a Andrés, que se queja cada vez más de su dolor de espalda producto de su trabajo, que lo obliga a estar parado y levantando peso durante varias horas al día. No cree que las clases que tanto le ayudan y le agradan a su amigo, vayan a funcionar para él. Es más, cree que el yoga es cosa de mujeres, que allí solo se va a meditar y a que te llenen la cabeza con ideas religiosas extrañas.

No hay nada más alejado de la realidad. El yoga es una práctica milenaria que originalmente practicaban los hombres en la India. Incluye técnicas de respiración, meditación y posturas corporales. Con el tiempo, esta práctica se ha extendido al occidente en donde ha sido adoptada mayormente por las mujeres.

Al mismo tiempo, la comunidad científica se empezó a interesar en los beneficios de esta práctica y actualmente existen varias investigaciones respecto a este tema. Por ejemplo, hay estudios que demuestran que el yoga no sólo es efectivo para reducir el dolor crónico de la espalda, también podría mejorar la calidad de vida de pacientes con asma así como la capacidad pulmonar, podría ser efectivo para controlar la presión arterial y mantener la salud del corazón, reducir el estrés, bajar de peso y ayudar a pacientes en el tratamiento contra la esquizofrenia, entre otras condiciones.

Más aun, hay estudios en los que se demuestran beneficios del yoga particulares para los hombres. Por ejemplo, un estudio desarrollado por unos investigadores canadienses, publicado a mediados de 2012 en Integrative Cancer Therapies, concluye que el yoga es una opción para los sobrevivientes del cáncer de próstata, a quienes les rindió beneficios en cuanto al estrés, la fatiga y el estado de ánimo.

También a mediados de 2012 se dio a conocer otra investigación, en este caso desarrollada por investigadores de Corea, y publicada en el Korean Journal of Physiology & Pharmacology, que ha encontrado que apenas ocho semanas de entrenamiento de yoga pueden ser suficientes para controlar algunos factores del síndrome metabólico (obesidad abdominal y niveles elevados de triglicéridos, colesterol, presión y glucosa en la sangre) en los adolescentes obesos.

Del mismo modo, hay unas investigaciones que demuestran que el yoga también podría ayudar a mejorar la actividad sexual de los varones. Tal es el caso de dos pequeños estudios desarrollados por unos investigadores de la India, publicados en el Journal of Sexual Medicine. Uno realizado en 2007 encontró que los pacientes que practicaban yoga obtuvieron mejorías significativas en su problema de eyaculación precoz,  mientras que otro del 2010, descubrió que el yoga parece ser efectivo para mejorar el funcionamiento sexual de los hombres en general.

¿Todavía sigues pensando que el yoga no es cosa de los hombres? Pues ya no tienes excusas. Anímate a descubrir esta práctica que lejos de ser suave, requiere energía, concentración y esfuerzo.

Averigua si existen grupos de yoga para hombres en tu área, qué tipo de yoga y consulta con tu médico antes de comenzar a tomar clases, especialmente si tienes algún problema de salud, ya que algunas posturas pueden ser peligrosas. También habla con el instructor antes de comenzar y coméntale cómo es tu estado de salud en general, para que pueda orientarte y evitar posibles lesiones. Entonces sí: Prana (energía vital), y a disfrutar…

 

Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2013.

Imagen © iStock / Georgijevic

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