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Tomar una aspirina al día, además de ayudar a las personas con problemas del corazón, también podría ser bueno para combatir y reducir el cáncer. Pero espera un momento. Antes de ir en busca de un frasco de este medicamento de venta libre, lee este artículo hasta el final y entérate lo que los investigadores han descubierto sobre el tema, y cuáles son las ventajas y las desventajas de la aspirina.

¡Bravo por la modesta aspirina! No uno, sino tres nuevos estudios se suman a la creciente evidencia científica de que una dosis diaria de este medicamento tiene el potencial de prevenir y hasta combatir el cáncer.

La aspirina (ácido acetilsalicílico), es un analgésico de uso común que puedes tomar para bajar  la fiebre y aliviar diferentes dolores, como cuando te duele un poco la cabeza, o esas molestias que te ocasiona el periodo menstrual.

Otras veces, el médico puede indicarte que tomes aspirina para combatir los dolores producidos por condiciones como la artritis reumatoide, la osteoartritis, el lupus eritematoso sistémico (un trastorno en el cual el sistema inmunológico ataca a las articulaciones y a otros órganos causando dolor e inflamación), entre otros problemas reumatológicos.

Los especialistas también recomiendan el uso de una aspirina de baja dosis (entre 81 mg y 325 mg, dependiendo de la situación del cada paciente) por día para disminuir las posibilidades de sufrir un ataque cardíaco o cerebrovascular.  Las personas que han sufrido un accidente de este tipo anteriormente suelen tomarla para prevenir una recurrencia y para reducir el riesgo de muerte.

Por si fuera poco, hay varios estudios que demuestran que este medicamentos podría ayudar a combatir el cáncer. Y más aún, nuevas investigaciones han comprobado que la aspirina también podría ayudar a evitar que el cáncer se propague a otros órganos del cuerpo.

Estos últimos hallazgos, que han sido publicados en la edición del 21 de mayo de las revistas The Lancet y The Lancet Oncology, surgen de tres estudios diferentes desarrollados por el mismo equipo de trabajo de la Universidad de Oxford y del Hospital John Radcliffe, en Oxford, en Inglaterra.

Uno de ellos analizó los datos de 51 ensayos clínicos en los que compararon a pacientes que tomaban aspirina con otros que no lo hacían, para prevenir ataques cardíacos. Así encontraron que, en general, los que tomaban una aspirina diaria de dosis baja tenían un riesgo 15 por ciento menor de morir de cáncer. Además, el uso de este medicamento se asoció con una disminución de muerte del 12 por ciento debido a causas no cardiovasculares.

En un segundo estudio, los investigadores observaron distintos ensayos clínicos en los que se evaluó el efecto de la aspirina en demorar la propagación del cáncer a otras partes del cuerpo (esto último se conoce como metástasis). Así encontraron que tomar aspirina en una dosis baja redujo el riesgo de desarrollar metástasis distante en un 36 por ciento y el de metástasis en los tumores sólidos, como los cánceres de colon, pulmón y próstata, en un 46 por ciento, y de vejiga y riñón, en un 18 por ciento. Además, entre los que siguieron tomando aspirina tras ser diagnosticados con cáncer, el riesgo de desarrollar metástasis se redujo en un 69 por ciento aproximadamente.

Por último, en una tercera investigación, este grupo de especialistas observó el efecto de la aspirina sobre las metástasis, esta vez tomando en cuenta estudios observacionales que revelaron una reducción de un 38 por ciento en el cáncer de colon, que se correspondió bien con la reducción en el riesgo detectado ya en ensayos clínicos.

Si estás por ir en busca de una aspirina, espera un momento y sigue leyendo, ya que los mismos investigadores advierten que estos datos son sólo preliminares y es necesario obtener más información. La mayoría de los estudios demuestran que el efecto protector no se alcanza hasta después de unos 10 años y hay que tomar la aspirina a diario.  Por ello sugieren que las personas no deben comenzar a tomar aspirina con la esperanza de prevenir el cáncer hasta que se obtenga más evidencia.

Además, aclaran que la aspirina también tiene sus contraindicaciones y no es apropiada para todas las personas. Una de sus características es que adelgaza la sangre, por eso ayuda a que no se formen coágulos sanguíneos, pero en algunos casos, puede causar hemorragias o sangrados internos. Otro de los principales efectos negativos de la aspirina es que puede provocar acidez estomacal y otros problemas gastrointestinales.

Asimismo, las mujeres embarazadas o que están amamantando deben evitar el uso de aspirinas; tampoco deben tomarlas los niños ni los adolescentes, ya que puede provocarles una enfermedad muy peligrosa denominada síndrome de Reye, que ataca a todos los órganos del cuerpo, pero especialmente al hígado y al cerebro.

Por último, ten en cuenta que, aunque sea un medicamento popular y de venta libre, la aspirina  puede tener efectos no deseados en la salud de tu cuerpo. Antes de tomar cualquier medicamento o de empezar un tratamiento preventivo, consulta con tu médico acerca de las ventajas y las desventajas que puedes obtener de él para tu condición en particular. Toma tus precauciones, ¡hasta con la común aspirina!

Imágen © iStockphoto.com / JUAN SILVA

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