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Comúnmente conocida como diabetes, la diabetes mellitus se desarrolla cuando el páncreas deja de producir insulina, no produce la suficiente cantidad de esta hormona, o la que produce no funciona bien.

La insulina es una hormona producida por el páncreas que le ayuda a las células a extraer la glucosa (un tipo de azúcar) de la sangre, la cual es utilizada como fuente de energía. En pocas palabras, la insulina es quien regula los niveles de glucosa o azúcar en la sangre. La Diabetes Mellitus se presenta cuando el páncreas no produce cantidades suficientes de esta hormona o cuando las células del cuerpo desarrollan una resistencia a la insulina, o “no la dejan entrar”. En cualquier caso, el efecto es el mismo: los niveles de glucosa en la sangre aumentan. Sin embargo, dependiendo de ciertas variables, hay tres tipos de diabetes:

Diabetes tipo 1 

Antes conocida como “diabetes juvenil” porque por lo general aparece antes de los 35 años. En este tipo de diabetes el páncreas o no produce insulina o produce muy poca. Aunque aún se desconoce exactamente qué la causa, se sabe que el propio sistema de defensa de la persona (sistema inmunológico) ataca y destruye las células productoras de insulina (células beta) y éstas no pueden producir más insulina. Debido a que la insulina es necesaria para vivir, las personas, con diabetes tipo 1 deben inyectarse insulina todos los días para poder metabolizar los alimentos que consumen y regular los niveles de azúcar en sangre. Es por eso que a esta condición también se le denomina “diabetes insulino-dependiente”.

Diabetes tipo 2

Es la forma más común de diabetes y por lo general se desarrolla en personas de más de 40 años. En esta forma de diabetes, lo que sucede es que las células del cuerpo desarrollan resistencia gradual a los efectos de la insulina. Normalmente, cuando la insulina llega a una célula, manda una señal al interior de esta para que los “transportadores de glucosa” la conduzcan hacia el interior de la célula. Sin embargo, cuando hay resistencia, esta señal es bloqueada y las células no pueden tomar suficiente glucosa de la sangre. Esto ocasiona que los niveles de azúcar en la sangre se eleven, lo cual hace que el páncreas produzca más insulina. Las células beta (del páncreas) se esfuerzan demasiado, y esto produce que eventualmente se desgasten y mueran. Lo más grave de todo, es que no son reemplazables. La causa de este tipo de diabetes tiene que ver con la obesidad y factores genéticos. Tres de cada cuatro personas que padecen este tipo de diabetes, sufren de sobrepeso. El factor hereditario es muy común entre los hispanos, los afro americanos y los indígenas americanos.

Diabetes Gestacional

Se presenta durante el embarazo, por lo general luego de que han pasado 20 semanas de gestación. Ocurre cuando las hormonas incrementan la cantidad de azúcar en la sangre, pero el páncreas no puede producir suficiente insulina para llevar la glucosa a los tejidos. Este tipo de diabetes desaparece por lo general después de haber dado a luz, pero las mujeres que la han sufrido están más predispuestas a desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro. El riesgo más grande de contraerla lo tienen las mujeres que dieron a luz un niño que pese más de 9 libras, tienen más de 30 años, son obesas o tienen algún familiar con diabetes mellitus.

Hay otra enfermedad que se llama Diabetes Insipidus, pero es una enfermedad diferente, no relacionada con esta y no es común.

Causas

La diabetes tipo 1, no se puede prevenir, pues las causas no son claras. Se dice que es probable que haya un tipo de personas genéticamente predispuestas a desarrollar enfermedades auto inmunes (como es el caso de la diabetes) cuando son expuestas a un virus. Otra teorías apuntan a que ciertas toxinas la pueden producir, y algunas otras hipótesis planten que los bebés menores de un año, expuestos a la proteína en la leche de vaca pueden desarrollarla.

La diabetes tipo 2 por el contrario, puede prevenirse si se conocen los factores de riesgo: ser obeso y ser hispano (latino) son dos de los ingredientes claves en esta receta. Así que lo ideal es aprender a llevar una alimentación sana desde pequeños, hacer ejercicio y mantener un peso saludable.

 

Imagen © iStockphoto.com / Izabela Habur

 

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