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Por un motivo u otro, el corazón de algunos bebés no se desarrolla correctamente durante el embarazo. Al nacer, estos bebés presentan entonces lo que se conoce como cardiopatía congénita. En algunos casos, esta condición se manifiesta inmediatamente y hasta pone en riesgo la vida de los niños, pero otras veces puede permanecer ahí silenciosa durante años, afectándolos sin que nadie lo note. Por eso es importante detectarla cuanto antes, para poder evitar complicaciones y peligros.

Uno de los momentos más importantes en la vida de las personas es el nacimiento de un hijo. Los padres esperan durante meses este momento, preocupados muchas veces porque todo salga bien y por que el niño no tenga problemas de nacimiento o problemas congénitos.

Y si bien la mayoría de los bebés llegan a este mundo perfectamente bien, a veces puede ocurrir algo inesperado. Existen muchas condiciones que pueden afectar al bebé desde el vientre mismo de la mamá (por eso es importante que las mujeres se cuiden durante el embarazo).

Una de estas condiciones es la que se denomina cardiopatía congénita. Una cardiopatía indica la existencia de algún problema del corazón. Cuando es una cardiopatía congénita, se refiere a que el problema con la estructura y el funcionamiento del corazón se debe a un desarrollo anormal antes del nacimiento.  Esto es algo que llama la atención ya que no estamos acostumbrados a escuchar que un bebé tenga problemas cardíacos. Sin embargo, es una condición que afecta a uno de cada 120 bebés, de los cuales el 25% padece un trastorno grave. Incluso, las cardiopatías congénitas críticas son las responsables de más muertes en el primer año de vida de un bebé que cualquier otro defecto de nacimiento.

El problema es que muchas veces los papás vuelven a sus casas felices con el bebé sin enterarse de que el recién nacido tiene esta condición, ya que se trata de una enfermedad silenciosa que no se deja ver tan fácilmente. Si bien los médicos pueden detectar la mayoría de los defectos cardíacos mientras el niño es pequeño e incluso, a veces, antes de que el bebé nazca, algunos otros viven con la condición durante muchos años antes de que se diagnostique.

Por eso, los médicos y los científicos siguen buscando un método confiable que permita detectar esta condición lo antes posible. En Estados Unidos, por ejemplo, algunos estados — como Nueva Jersey — están utilizando una técnica conocida como oxímetro de pulso, que es un aparato no invasivo (es decir, que no penetra físicamente en el cuerpo del recién nacido) y que sirve para medir los niveles de oxígeno en los glóbulos rojos, como una de las estrategias de detección temprana.

Esta metodología, que ya se practica en algunos lugares de Europa desde hace unos años, ha sido avalada mediante un informe desarrollado por los investigadores del Duke University Medical Center de Carolina del Norte, en Estados Unidos, informe que fue publicado en la revista Pediatrics y aprobado por la Academia Americana de Pediatría y otras instituciones dedicadas a la salud de los más pequeños.

¿Qué tan eficaz es este procedimiento? ¿Existe algún margen de error? Algunos especialistas indican que las posibilidades de fallas en los resultados son muy pocas (menos del 1 por ciento) y otros ven como una limitación el hecho de que el oxímetro sólo pueda detectar las cardiopatías más graves, que son las menos comunes. De todos modos, la técnica es recomendable, más aún si se hace además de otras pruebas como los ecocardiogramas.

Más allá de esta metodología, es posible que te estés preguntando si hay algo que puedas hacer para evitar o prevenir esta situación. Lamentablemente no hay mucho que esté en tus manos, más que ser cuidosa durante tu embarazo: las causas que provocan las cardiopatías congénitas siguen siendo un misterio, pero se conocen algunos factores que aumentan el riesgo de que un niño nazca con este defecto. Entre ellos, por ejemplo:

  • Si la madre, el padre o un hermano(a) tienen una cardiopatía congénita.
  • Si la madre es diabética o padeció rubéola, toxoplasmosis (una infección transmitida por contacto con la materia fecal de los gatos) o infección por VIH durante el embarazo.
  • Si la madre consumió alcohol o drogas ilegales durante el embarazo.
  • Si la madre tomó algunos medicamentos ya sea recetados o no (de los que se venden sin receta) o hierbas durante el embarazo.

Ten en cuenta que la existencia de uno o más de estos factores, no indica que el bebé nacerá con un defecto cardíaco. Además, los bebés pueden nacer con una cardiopatía congénita aun en sin que existan estos factores de riesgo.

Recuerda que la mayoría de niños con problemas cardíacos pueden tener una vida feliz y sana, pero es importante detectarlos lo antes posible para poder brindarles el tratamiento y los cuidados necesarios. Si te preocupa este tema o tienes dudas, consulta con tu médico sobre los métodos de detección temprana para proteger la salud de tu niño, desde el momento mismo en que se está gestando dentro de tu vientre y como siempre recuerda que la mayoría de los pequeñines nacen sanos.

Imagen © iStockphoto.com / uchar

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