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  • La debilidad del piso pélvico afecta a muchas personas en el mundo, dejando a un cuarto de ellas con algún tipo de incontinencia intestinal o urinaria. El piso pélvico, que sostiene a los órganos inferiores puede también, al debilitarse, generar prolapsos.
  • El mejor tratamiento contra la debilidad del piso pélvico es la prevención. La realización de ejercicios de Kegel desde una temprana edad permite dar fortaleza y tono a los músculos que sostienen a las estructuras genitales, urinarias e intestinales inferiores.
  • Si la debilidad del piso pélvico no permite tener una correcta calidad de vida, ya sea por incontinencia o prolapso la principal solución es la cirugía. Esta consiste en la aplicación de una malla quirúrgica que reemplaza a los músculos de la pelvis. Puede ser extensa o simplemente en un área en particular.

El piso pélvico, como se le llama al grupo de músculos que forman el soporte de todas las estructuras que se encuentran dentro de la pelvis, sostiene la vejiga, la parte inferior del intestino y los genitales internos (útero y vagina, en mujeres; órganos seminales, en hombres). En el continente americano, 1 de cada 3 mujeres sufre de debilitamiento o algún tipo de daño. Esto lleva a incontinencias y prolapso de órganos, además de dolor. En este artículo te hablaremos de la prevención, el tratamiento y qué profesionales te pueden ayudar en relación a tu piso pélvico.

La firmeza es la clave

María Amelia, madre de 3 mujeres nacidas por parto vaginal, 79 años: “Desde los 40 noté que al reírme mucho o hacer un movimiento brusco me comenzaba a orinar en chorritos que no podía controlar. Tuve que empezar a usar protectores para la incontinencia. Luego de la cirugía ya no tengo problemas”. La historia de esta mujer es bastante común entre la sociedad, donde 1 de cada 4 mujeres con debilitamiento del piso pélvico sufre de incontinencia urinaria.

Sosteniendo a la columna y piernas se encuentra la pelvis, que además dentro de esta hay un sinnúmero de órganos que, sin un sostén muscular podrían caer por la gravedad. Entonces, como si de una hamaca se tratara, hay un grupo de músculos que se conocen como piso o diafragma pélvico que permiten:

  • Contener los esfínteres del ano y vejiga.
  • Mantener en su lugar el útero, el recto y el último segmento del colon
  • Facilitar los procesos de pujado en el parto

El debilitamiento de los músculos pélvicos pueden estar causados por la genética familiar, problemas hormonales, los partos vaginales y claro, con la edad. Y lo puesto también es posible: que los músculos se contraigan en demasía, como sucede en el vaginismo y en tipos de estreñimiento”, apunta la  Dra. Charlotte Mahoney, de la Universidad de Mánchester en el Reino Unido.

El debilitamiento puede causar incontinencia urinaria o intestinal, prolapso (descenso) vaginal, uterino o rectal, dificultades sexuales y también dolor.

Tratamientos

Antes de tratar el debilitamiento debemos considerar prevenirlo. Es acá donde aparecen ejercicios, artefactos y terapias que deben ser trabajadas de cerca con un kinesiólogo. Ellos son los especialistas en el estudio de los movimientos corporales, por lo que existen expertos en trabajar un piso pélvico saludable (en todo tipo de personas, incluido embarazadas) o también recuperarlo una vez se debilita. Entonces, ¿qué recomiendan?:

  • Ejercitación: Puedes conocer sobre ejercicios de Kegel en artículos anteriores. Aunque te adelantamos, que como cualquier otros músculos a los del piso pélvico es posible fortalecerlos y darles tono. El  ejercicio principal supone contraer, mantener por unos segundos y luego soltar; como si estuviéramos haciendo repeticiones con mancuernas. Hablando de eso…
  • Pesos: Mediante el trabajo de un kinesiólogo se pueden insertar en la vagina pequeñas estructuras que ayudan a darle soporte al útero y vejiga, además de subir el trabajo en los ejercicios de Kegel.

Es importante asesorarnos con un Kinesiólogo porque no a todas las personas les funcionan los ejercicios de la misma manera. Es clave un seguimiento de las repeticiones, fuerza y sesiones que requiere cada uno. Incluso, mediante electrodos un kinesiólogo puede apoyar la fisioterapia.

Cuando nada funciona la cirugía es la solución

Dentro del abanico de opciones posibles, el uso de mallas quirúrgicas, como las que se aplican en las hernias. En este caso, en menos de una hora de pabellón y mediante laparoscopios se logra imitar las funciones del piso pélvico. Se recomienda para pacientes que no solo sufran de incontinencia sino también tengan prolapsos que le impiden tener una vida funcional. Existen dos principales:

  • Malla urinaria: Se sostiene la vejiga y uretra desde la vagina mediante una delgada malla que se sostiene en los tendones pélvicos. Por la estructuración que posee se ha discutido su funcionalidad sexual y las complicaciones que puede traer.
  • Malla general: Cuándo se presenta un prolapso generalizado, se aplica una extensa malla que recubre todo el suelo pélvico. Si el prolapso es uterino, se aplica una malla para que el útero se ‘recueste’ y así no caiga de su posición.

Los beneficios de estas cirugías sobrepasan, según los expertos, a las cuidados que se deben tener. Principalmente porque la reducción de los síntomas es muchos más rápida y efectiva que otros tratamientos. Aunque, como todo, con una correcta prevención desde la juventud es posible nunca tener debilidad del piso pélvico. Por lo que comienza ahora a apretar y soltar, es el único ejercicio que nadie sabrá que estás haciendo.

 

Por Carlos Diego Ibáñez
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Imagen: ©Shutterstock / H_Ko

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