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Si pensamos en un recién nacido prematuro -que no cumplió las 37 semanas mínimas de gestación- lo asociamos con un bebé en incubadora, pequeño y que quizá tendrá desventajas en relación a niños nacidos a las 40 semanas esperadas. Principalmente en lo relacionado al tamaño corporal, existe la idea que durante su vida podrían ser más pequeños y débiles. Una investigación reciente muestra que, al parecer, esa idea es un mito y todos los bebés, independientemente de cuándo hayan nacido, llega un punto en que tienen iguales posibilidades de crecimiento.

El embarazo en promedio dura entre 38 a 42 semanas desde la última menstruación de la mujer. Un nacimiento antes de ese periodo se considera prematuro. Puedes leer más sobre esto en un artículo para aconsejar a los padres.

En general, los nacimientos prematuros se pueden clasificar en: 

  • leve o tardío: 32 a 37 semanas de gestación, en promedio pesan 2 kg con una estatura de 45 cm en promedio
  • Severo: 25 a 32 semanas de gestación, alcanzan 1,2 Kg en general, y miden un poco menos de 40 cm
  • Extremo: menor a 25 semanas, pueden llegar a pesar menos de 1 Kg, con menos de 31 cm al nacer

Actualmente, 1 de cada 12 nacimientos se dan prematuramente en Latinoamérica. Es considerado como una de las principales causa de muerte perinatal y neonatal, así como en niños menores a 5 años. Hay múltiples investigaciones que muestran las complicaciones se suponen en el corto y largo plazo. Por ejemplo:

  • Aumenta el riesgo de hipertensión
  • Se reduce la regulación de la glicemia, hasta resistencia a la insulina
  • Dificultades en la vista y audición
  • Problemas de aprendizaje y desarrollo psicológico

De acuerdo a los expertos de la Clínica de Mayo, mientras más prematuro el bebé es, mayores son los riesgos de complicaciones. En general, los cuidados incluyen hospitalizar al bebé en incubadora y así sea posible tener las características propias de un recién nacido a las 40-42 semanas. Cada día, los avances han permitido que los riesgos vitales se reduzcan cada vez más. Recuerda además los cuidados que debe tener.

Al final, el resultado es el mismo

La mayoría de los estudios para predecir las dificultades que los niños tendrán al nacer se basan solo en el peso que tuvieron en el momento que nacen, que lo asocian con que tan prematuro es. Una investigación publicada en la revista PlosOne quiere mostrar que otra manera de conocer los pronósticos infantiles, puede ser mediante la gestación, estatura y la relación que tiene con el peso (índice de masa corporal, IMC). Ellos, observaron que, ya en la adolescencia (19 años) no hay diferencias entre prematuros y no prematuros en el IMC que poseen. 

La investigación siguió a más de 250 mil parejas de madre e hijo en Europa, Canadá y Australia, quienes se encuentran dentro de la red de cohortes infantiles de la Unión Europea. Los investigadores analizaron datos en función de las semanas que había durado el embarazo y realizaron el seguimiento de la evolución del IMC de la madre y el hijo durante 19 años, hasta que éste llegara a la adolescencia. “Los niños prematuros alcanzan el mismo índice de masa corporal que el resto”, comentó a la agencia SINC el Dr. Johan Vinther, autor principal de origen Danés. Específicamente, vieron que el IMC de los nacidos prematuro aumentaba más rápido durante la primera década de vida.

Además, dentro de la investigación también se buscó encontrar si hay diferencias en el riego de padecer obesidad a lo largo de la vida. A lo que concluyeron que, como puede ser intuido, aquellos niños prematuros tenían menores probabilidades de estar sobrepeso hasta los 9 años; situación que se revertía al llegar a la adolescencia, donde la mayor probabilidad recaía en los jóvenes que no fueron prematuros al nacer. Pero, dato interesante, el grupo de prematuros severos (menos de 10 semanas antes de los esperado), son los que tienen mayor probabilidad de padecer obesidad a los 14 años. Esto puede deberse, señalan los autores, a que solo una octava parte de todos los estudiados pudieron ser medidos en la adolescencia.

“Aunque los prematuros -sentencian los autores- son relativamente pequeños al nacer, llegan a un IMC y probabilidades de ser sobrepeso igual a cualquier otro niño al llegar a la adolescencia. Pero aún no sabemos las razones que esto ocurra”. Por supuesto, que existen muchos otros factores que inciden en la masa corporal de una persona en su vida (ejercicio, calidad de vida, lactación materna, tipos de alimentos que consume en su vida, lugar donde vive, etc.). Es más, mencionan que “nuestro estudio se basa en dato de países ricos, por lo que se debe estudiar y extender a otros países”.

 

Por Carlos Diego Ibáñez
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Imagen: ©Shutterstock / SviatlanaLaza

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