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  • El 15 de octubre es el día internacional de la pérdida gestacional, perinatal y neonatal. Los padres se llenan de culpas y miedos a ser juzgados. Principalmente porque les es difícil no sentir que en sus manos cayó la responsabilidad de la pérdida. La evidencia muestra que no es así, la pérdida temprana generalmente se debe a problemas genéticos aleatorios que no pueden ser prevenidos.
  • En conmemoración del día internacional de la pérdida gestacional, perinatal y neonatal es importante recordar que es muy difícil que la responsabilidad sea directamente de los padres. Existen eso sí factores de riesgo que pueden hacer más probable que se generen errores genéticos que impiden el desarrollo. Estos son tener un estilo de vida poco saludable, pobre salud mental y la edad corporal, pero no la cronológica necesariamente.
  • La pérdida perinatal y neonatal, que se conmemora el 15 de octubre, principalmente se produce por problemas placentarios o un bajo desarrollo respiratorio y digestivo. Por lo que no recae la responsabilidad en los padres, más bien son situaciones aleatorias que muchas veces no se pueden prever.

La muerte de un hijo antes que nazca o en sus primero días, es un tema que muy poco se habla. Está cargado de culpas por parte de los padres lo que suma al dolor ya latente, lo que obliga a vivir un duelo silencioso (como te comentamos en un artículo anterior) e intentar no hacer partícipe a los familiares por miedos a ser juzgados. Para visibilizar este tópico tan importante pero íntimo para la familia se conmemora todos los 15 de octubre el día internacional de la pérdida gestacional, perinatal y neonatal. En esta ocasión, como lo tratamos en un artículo anterior, Vida y Salud tuvo la oportunidad de hablar con la matrona y educadora Perinatal Catalina Ponzini quien nos dará luces de la importancia de quitarnos las culpas de la muerte temprana de un hijo.

¿Cuál es la causa principal de la pérdida en las primeras semanas de embarazo?

La comunidad científica no logra definir una causa exacta o que sea la principal. La principal hipótesis radica en los aspectos genéticos. Me explico, el embrión por causas de sus propias instrucciones genéticas no logra el desarrollo necesario. Generalmente está asociado a una cantidad anormal de ADN. Eso le impedirá formar las estructuras mínimas para que pueda seguir el embarazo su curso normal. Es un hecho usualmente aleatorio que no se produce por una razón específica. 

Entonces, no hay una acción propia de la madre en una pérdida

Eso es algo que tengo muy claro, no tiene algo que haga o deje de hacer la madre. Esto debe quedar muy claro. Muchos artículos dicen “en casi todos los escenarios, la madre no es responsable”, pero tenemos que dejar claro que la culpa no debe estar en los padres. No podemos aislar una acción que pueda hacer la mujer que el desarrollo embrionario continúe o se detenga.

Pero son conocidos los factores de riesgo

Sí, existen factores que aumenten la probabilidad que exista una pérdida temprana, pero no que sean determinantes. Insisto en que la culpa no debe caer en la madre.

En general, eso sí, son relacionados con el estilo de vida, con factores que no solo afectan a un gestante, sino a la humanidad completa. Estos son:

  • Tabaquismo
  • Consumo de alcohol
  • Vida con alto estrés y cortisol
  • Alimentación pobre en micro y macronutrientes
  • Consumo de drogas ilícitas
  • Dormir bien
  • La edad fisiológica, del cuerpo, no la cronológica

Estos pueden alterar como se genera, en el padre y la madre, la fecundación y el desarrollo del embrión. Una vez más, no es algo que de manera directa estamos haciendo ‘mal’ en la gestación. Simplemente son patrones no saludables que tampoco son una certeza de que vamos a tener una pérdida.

¿Afecta entonces el contexto?

Lo trascendental es preguntarnos: ¿cómo la mujer recibe esa noticia?, ¿cómo me veo cuidando a este bebé?. Porque hay mucha presión del ‘deber’ cuidar al bebe, hasta que se ‘debe’ hacer todo perfecto en el embarazo.

Imagina la presión si se produce una pérdida, empiezan las dudas y culpas porque deberías haber hecho todo bien. No, tenemos que dejar de medicalizar y centrarnos en nuestro estilo de vida, nuestros hábitos, esas son las preguntas que se deberían hacer. Es en ese momento donde aparece el rol de la matrona, quien está al servicio humanizado en los distintos momentos de la vida de una familia, una mujer y las personas. Ayudamos a transitar en el dolor, la alegría y la muerte.

Pensando en las pérdidas más cercanas al parto, ¿cuáles pueden ser las causas?

En muchos casos tampoco lo sabremos con certeza. Pero en muchos casos se categorizan como:

  • Problemas de la placenta. Que aumentan su factor de riesgo si hay hipertensión crónica o preclamsia. Totalmente fuera de la responsabilidad propia de la gestación.
  • Algunas malformaciones del útero también pueden impedir que el bebé madure bien.
  • Problemas respiratorios al nacer o digestivos.

¿Algunas palabras finales?

Sí. Las mujeres cargamos con muchas culpas. Debemos recordar desde dónde venimos, y que cada persona vive el dolor diferente. Es necesario cerrar los ciclos y entender las causas si así lo queremos.  Debemos darnos la oportunidad de sentirnos plenos incluso en las situaciones traumáticas. Esto nos permite conocernos más, reconectar con nosotros y nuestra pareja. Incluso con otras mujeres que puedo encontrar en el camino y que han vivido la misma experiencia.

Debemos aceptar que son muchas cosas que no entendemos y no podemos caer en el juicio de que la responsabilidad está en los padres. Hay mucha crítica externa desde afuera que dice que no se hizo lo correcto, que faltaron visitas médicas, que no te tomaste el ácido fólico, etc. No debemos caer en eso, nada puede asegurar un embarazo completo.

 

Por Carlos Diego Ibáñez
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