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Un nuevo estudio relaciona las presiones laborales y el estrés con los problemas cardíacos que pueden sufrir las mujeres. Descubre más detalles sobre este análisis y cómo cuidar la salud de tu corazón.

Hoy en día, cada vez más mujeres ocupan posiciones importantes en las empresas y en la sociedad. Eso es algo muy positivo y un gran avance para las mujeres que hoy alcanzan lugares de poder que solían ser exclusivos de los varones.

Sin embargo, todo tiene su lado negativo, y junto con las responsabilidades del trabajo (independientemente del puesto que ocupan) también ha aumentado el estrés entre las chicas, que deben repartirse entre el hogar y el empleo, lo que puede provocar varios problemas de salud.

La salud del corazón, por ejemplo, es una de las que puede verse afectada. Si antes los ataques cardíacos eran una preocupación casi exclusiva de los hombres, ahora la situación ha cambiado y este problema no hace distinciones de sexo.

Este ha sido precisamente el tema de un análisis reciente, publicado en el medio especializado PLoS One, y en el que unos investigadores del Brigham and Women’s Hospital de Boston, han estudiado la influencia de las preocupaciones y el estrés en el trabajo sobre la salud del corazón de las mujeres.

Los científicos examinaron e hicieron un seguimiento de los datos de 10 años, de más de 22 mil mujeres de alrededor de 57 años de edad que tomaban vitamina E o aspirina para prevenir problemas cardiovasculares y cáncer, que participaron en el Estudio de Salud de las Mujeres.

Luego de dividir a las mujeres en cuatro grupos de acuerdo al nivel de estrés que afirmaron tener en sus trabajos (pasivo, activo, de poca tensión y de mucha tensión), los investigadores encontraron que quienes tenían empleos muy activos o de mucha presión demostraron casi un 40 por ciento más posibilidades de tener algún problema del corazón. Por ejemplo, las que tenían mucha presión laboral sufrieron más infartos que las que tenían empleos tranquilos.

Además, los especialistas consideran que los trabajos estresantes pueden contribuir a aumentar los riesgos de desarrollar enfermedades cardiovasculares, no sólo como respuesta al estrés, que puede provocar hipertensión y síndrome metabólico, sino también porque impulsan a las mujeres a adoptar conductas que van en contra de su salud, como fumar, beber o a deprimirse.

Aunque todavía es necesario contar con más investigaciones sobre este tema, los riesgos para el corazón de las mujeres son un hecho. Por eso, si todavía crees que los problemas cardíacos son una preocupación exclusiva de los varones, es hora de que comiences a olvidar ese mito y a prestarle más atención a tu corazón, pues en verdad, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte entre las mujeres, incluso más que el cáncer.

Recuerda que los síntomas de un ataque al corazón en las mujeres pueden ser diferentes que en los hombres y no siempre se presenta con el típico dolor en el pecho o en el brazo izquierdo y la falta de aire.

A veces puede parecerse a una indigestión y las mujeres (y algunos médicos) no le dan la importancia que se merece. Otros síntomas que no se parecen en nada a los tradicionales son:

  • Mucho cansancio sin causa aparente
  • Sudoración
  • Mareos
  • Náuseas o vómitos
  • Dolor de cuello, de espalda, de hombros o de quijada

Por eso, es importante que estés informada y atenta a las señales que pueda darte tu cuerpo, ya podría tratarse de un ataque al corazón, sobre todo si perteneces a lo que se denomina “grupo de riesgo”.

¿Cómo puedes saber si tú estás en riesgo? Es muy probable que lo estés, si cumples con las siguientes características:

  • No haces ni siquiera 30 minutos diarios de actividad física, aunque sea caminar
  • Tienes riesgo de desarrollar diabetes o has tenido esta condición durante alguno de tus embarazos
  • Tienes sobrepeso
  • Fumas
  • Estás estresada o deprimida
  • Has entrado en la menopausia (haz dejado de tener tus ciclos menstruales por un año o más, en esta etapa los niveles de estrógenos están más bajos)
  • Tienes el síndrome metabólico: cuando tienes una combinación de presión arterial alta (hipertensión), niveles elevados de azúcar y/o triglicéridos altos en la sangre, y acumulación de grasa en el área del abdomen
  • Tienes antecedentes familiares de problemas cardíacos

La buena noticia es que puedes adoptar muchos hábitos saludables que te ayuden a mantener la salud de tu corazón, como seguir una buena alimentación acompañada de una rutina de ejercicios. Habla con tu médico sobre este tema y pídele asesoramiento para armar un plan de salud que se adapte a tus necesidades y te ayude a contrarrestar la tensión y el estrés en el trabajo. Por más exitosa que seas en tu medio laboral – y qué bueno que así sea- no debes pagarlo a costa de la salud de tu corazón.

 

Imagen © iStockphoto.com / carl swahn

 

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