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El tomar una ducha o bañarse regularmente es importante para mantener la higiene y prevenir enfermedades, pero en cuanto a hacerlo diariamente, algunos expertos dicen que podría ser excesivo. Aunque depende de la edad de la persona, el trabajo que desempeña, e incluso hay recomendaciones en cuanto a la temperatura del agua y el tiempo recomendado. Aquí aprenderás cómo puedes proteger tu piel mientras la mantienes limpia.

Si bien es cierto que a algunas personas les gusta tomar su ducha en la noche antes de acostarse porque dicen que les ayuda a dormir mejor, mientras otros dicen que prefieren bañarse antes de salir al trabajo porque les ayuda a despertarse y a sentirse con más energía para empezar el día; cuando se trata de la frecuencia para bañarse también depende de un patrón cultural. Por ejemplo, es común en Estados Unidos que las personas lo hagan a diario mientras en el Reino Unido hace dos generaciones, las personas tomaban una ducha una vez a la semana ya que la disponibilidad del agua no era tan confiable. De hecho, incluso antes de que existieran las duchas, la popularidad de bañarse, varió a través de la historia en diferentes lugares. Durante la epidemia de la plaga en 1347 en Europa no era muy popular porque se pensaba que el agua abría los poros de la piel y le permitía a la enfermedad entrar al cuerpo.

En una encuesta realizada en 2015 por Euromonitor encontraron que los estadounidenses en las 16 regiones que evaluaron tendían a tomar una ducha diariamente en promedio, lo que era más frecuente que los chinos, los británicos y los japoneses que tomaban una ducha cinco veces por semana; pero no tan seguido como las personas en Brasil y en Colombia, en donde aparentemente a veces tomaban más de una ducha por día.

¿Qué tan seguido deberías tomar una ducha o bañarte?

De acuerdo con los expertos deberías hacerlo dos de cada tres días o incluso un día sí y un día no. Algunos dermatólogos incluso recomiendan hacerlo dos veces a la semana. Esto le proporcionaría varias ventajas a tu piel. Tú puedes determinar qué es lo que te funciona mejor. Obviamente, hay algunas guías y algunas excepciones. Y quizá esto varíe un poco de acuerdo con la estación del año. Durante el invierno las bajas temperaturas y la calefacción interior pueden contribuir a resecar la piel. 

Baños y duchas a diferentes edades:

Las necesidades van a variar en diferentes momentos de nuestras vidas.

  • Los niños: A partir de los 6 a los 11 años, habitualmente no requieren baños diarios. De acuerdo con la Academia Americana de Dermatología, esto varía de persona a persona, pero muchos chicos tienden a requerirlos diariamente otra vez, cuando llegan a la pubertad.
  • Los adolescentes: Tienden a requerir duchas o baños después de hacer ejercicio, deportes u otras actividades físicas vigorosas.
  • Los adultos de la tercera edad: Deben ser más cuidadosos con su piel. Además, para algunos, el tomar una ducha puede ser un reto. Frecuentemente tomar una o dos duchas a la semana es suficiente, y pueden usar toallas con agua tibia entre las duchas según sea necesario.

Baños y duchas de acuerdo con el tipo de trabajo:

Algunos trabajos requerirán duchas o baños más frecuentes o diarios. Por ejemplo:

  • Recolector de basura, carnicero, exterminador, minero, el que se encarga de la limpieza (conserje), jardinero
  • Las personas que trabajan con productos químicos peligrosos, materiales radioactivos, materiales corrosivos o con agentes patógenos, deben tomar una ducha al final de su turno. 

¿Por qué es mejor no tomar duchas o bañarse muy seguido?

  • Para conservar las bacterias útiles. Así como el tracto gastrointestinal contiene una serie de microorganismos o bacterias que tienen una serie de funciones que nos benefician, las bacterias en la superficie de la piel podrían jugar un papel en la prevención de la inflamación, especialmente después de una lesión.
  • Para protegernos de químicos que podrían ser dañinos. Las duchas o baños frecuentes van eliminando las grasas y las células muertas de la piel que sirven como barrera y protegen para que ciertos químicos y ciertas bacterias no dañen la piel e incluso no penetren la piel y causen mayor daño en otras partes del cuerpo. Idealmente se recomienda usar jabones suaves con el menor número de ingredientes.
  • Para mantener a la piel más suave e hidratada. Tu cuerpo mantiene su hidratación de los aceites y el agua de tu cuerpo y de la humedad del ambiente. Si te bañas o tomas duchas frecuentes, especialmente con agua caliente, estarás removiendo los aceites y tu piel estará más seca. Lo mismo sucederá si vives en un clima seco. Quizá pienses que usando crema puedes compensar la resequedad, pero recuerda que el balance de lo que pierdes en la superficie de la piel no será el mismo.
  • Para disminuir el riesgo de irritación en la piel, especialmente si tienes eczema o rosácea. El evitar los baños o duchas frecuentes, especialmente con agua caliente, disminuye el riesgo de irritación o erupción en la piel. Las personas con psoriasis pueden notar este beneficio también.

¿Qué se recomienda para evitar que se reseque la piel?

  • Acortar el tiempo de la ducha a 5 a 10 minutos
  • Reemplazar el agua caliente por agua tibia, o incluso fría y el jabón por un limpiador suave
  • Usar lo mínimo posible del limpiador para la piel
  • Cerrar la puerta del baño para que el vapor no se escape y aumente la humedad
  • Secar la piel suavemente
  • Aplicar crema o ungüento humectante a base de aceite dentro de los 3 minutos después de tomar la ducha para que se absorba mejor

Una señal de que estás usando un limpiador que es demasiado “duro” es si sales de la ducha sintiéndote “increíblemente limpio”. Cuando sientes que tu cara está “tensa”. Y por cierto, no es necesario ni más saludable que uses jabones antibacterianos.

En cuanto a la técnica para enjabonarse, lo mejor es enjabonarse con las manos. Si deseas usar un aplicador, podrías probar con un puf de ducha suave o con una toallita de algodón. Por otro lado, procura evitar las esponjas vegetales y otros productos exfoliantes que pueden ser abrasivos para la piel. Típicamente la piel remueve las células muertas de la superficie de la piel naturalmente. Si decides utilizar alguno de los productos exfoliantes, no lo hagas más de una vez a la semana porque podrías no sólo causar que tu piel se reseque sino podrías causar otros problemas en tu piel.

El tomar una ducha o baño diariamente es un hábito que muchas personas en varios lugares del mundo siguen pero que no todos necesitan. De hecho, en exceso puede resecar tu piel y remover bacterias útiles. Por otro lado, tomar una ducha o baño una a dos veces a la semana podría satisfacer las necesidades básicas físicas y de salud, pero depende de tu edad, tu trabajo y tu actividad física. También depende de lo que te hace sentirte bien. Como todo en la vida, es cuestión de encontrar el balance correcto de acuerdo con tus necesidades.

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Imagen: ©Shutterstock / Por ViDI Studio

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