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El sistema nervioso central es el gran director de orquesta del cuerpo.  Este sistema está formado por el cerebro, la médula espinal y estructuras intermedias. Contiene miles de millones de neuronas y conexiones. Es, literalmente, la sede de la conciencia, los sentidos, la memoria y la vida emocional. Muchos filósofos bromean que en realidad somos un cerebro que controla músculos y carne.

En este artículo nos centraremos en las estructuras dentro de nuestro cráneo. Osea, el cerebro, cerebelo y tronco encefálico.

La real IA: la “Inteligencia Analógica” que es el cerebro

Cuando hablamos de cerebro humano, nos referimos a una máquina biológica asombrosa. Parece una nuez rosa gigante llena de pliegues y protegido por las meninges (acá puedes saber más). Formado por dos hemisferios (izquierdo y derecho). Que están conectados por el cuerpo calloso, que son las neuronas que van de un lado al otro.

Se puede dividir en:

  • Materia gris: donde se procesa la información. Como la zona de atrás, parietal, que se encarga de muchos sentidos.
  • Materia blanca: donde la información se transmite. Como el cuerpo calloso.

Las primeras capas de la superficie cerebral, llamada corteza, alberga funciones elevadas. Como la planificación, la lectura o la toma de decisiones.

Partes clave del sistema nervioso central

  • Tálamo: actúa como una central telefónica. Recibe estímulos sensoriales (vista, oído, tacto) y los envía a la corteza adecuada.
  • Hipotálamo y glándula hipófisis: regulan el hambre, la sed y el sueño. Además de casi todo el sistema endocrino (el que coordina el cuerpo por hormonas). Por eso el hipotálamo es considerado el “control maestro”.
  • Glándula pineal: produce melatonina, hormona del sueño.
  • Hipocampo: relacionado con la memoria, el aprendizaje, la orientación y el comportamiento.
  • Amígdala: clave para las emociones y la respuesta al miedo. Forma parte del sistema límbico. Que, según expertos, “es el sistema que nos da la personalidad y nos protege del exterior”.

Puedes ampliar en estos artículos sobre el estrés y la salud emocional.

El tronco cerebral: el puente de la vida

Debajo del cerebro está el tronco encefálico, que conecta el cerebro con la médula espinal. Aquí se ubican funciones vitales que no controlamos conscientemente:

  • Mesencéfalo (parte superior): controla reflejos. Como son el parpadeo o girar la cabeza ante un ruido fuerte.
  • Protuberancia o puente de Varolio (zona media): coordina la respiración. Además, es la pasarela de nervios que comunican todo el cuerpo con el cerebro.
  • Bulbo raquídeo (parte inferior): regula tu frecuencia cardíaca, la presión sanguínea y el ritmo respiratorio.

Estas estructuras permiten que el cuerpo siga funcionando incluso sin pensarlo. Sin ellas, no podríamos mantenernos con vida. Además, unen las señales de la medula espinal con el cerebro.

El cerebelo: coordinación y equilibrio

Este pequeño órgano, ubicado en la parte trasera del cráneo, es esencial para:

  • Afinar la coordinación de tus músculos para que camines sin tropezar.
  • Ajustar la postura y el equilibrio.
  • Ayudar a automatizar movimientos aprendidos. Tales como montar en bicicleta o tocar el piano, para que no tengas que pensar en cada paso.

Cuando pierdes el equilibrio o reaccionas ante una caída, el cerebelo actúa en milisegundos.

Sistema nervioso central y neurotransmisores

Usualmente, las neuronas no se tocan entre sí, más bien dejan un pequeño espacio, la sinapsis. Así,  las neuronas liberan neurotransmisores como mensajeros. Entre los más importantes:

  • Glutamato: activa neuronas, esencial para memoria y aprendizaje.
  • GABA: el freno cerebral, ayuda a calmar el sistema. Se libera cuando buscamos relajarnos.
  • Acetilcolina: interviene en la atención, la memoria y la contracción muscular.
  • Dopamina: la molécula del placer y la motivación. Se dispara cuando logramos algo gratificante y regula el control del movimiento. Un déficit puede estar implicado en la enfermedad de Parkinson.
  • Serotonina: influye en nuestro estado de ánimo, el sueño y el apetito. Cuando baja, podemos sentirnos deprimidos o tener insomnio.
  • Noradrenalina: sintetizada en situaciones de alarma. Impulsa la alerta, acelera el corazón y prepara el cuerpo para reaccionar ante el estrés.

Alteraciones en estos neurotransmisores pueden desencadenar trastornos o enfermedades neurodegenerativas.

Puedes explorar más sobre esto en los artículos de enfermedades del sistema nervioso.

Las drogas recreativas, y medicamentos, apuntan a cambiar el equilibrio de estos neurotransmisores. La gran diferencia es que las drogas lo desequilibran. Generando efectos negativos muchas veces irreversibles.

Trastornos comunes del sistema nervioso central

Cambios en la estructura o comunicación neuronal pueden generar condiciones como:

  • TDAH (trastorno de déficit de atención e hiperactividad)
  • TEA (trastorno del espectro autista)
  • Depresión: asociada a bajos niveles de serotonina
  • Esquizofrenia: implica alteraciones en la sincronización cerebral

El sistema nervioso central es extremadamente sensible. Sin embargo, también es adaptable. Gracias a la neuroplasticidad, el cerebro puede reconfigurarse, aprender y fortalecerse.

Cómo cuidar tu sistema nervioso central

Para fortalecer tu cerebro, puedes aplicar estas prácticas cotidianas:

  • Mantén horarios de sueño regulares.
  • Practica actividad física.
  • Desarrolla nuevos aprendizajes (idiomas, instrumentos, juegos mentales).
  • Realiza actividades de atención plena o mindfulness.
  • Mantén relaciones sociales, activas y saludables.

Descubre más consejos en este artículo sobre cómo mejorar la memoria y la concentración.

Preguntas y respuestas

¿Qué partes forman el sistema nervioso central? Principalmente el cerebro y la médula espinal. Incluye estructuras como el tálamo, hipotálamo, cerebelo y tronco cerebral.

¿Cuál es la función de los neurotransmisores? Permiten la comunicación entre neuronas, regulan emociones, aprendizaje, movimiento y funciones vitales.

¿Qué enfermedades afectan el sistema nervioso central? Depresión, TDAH, TEA, esquizofrenia, Parkinson y Alzheimer, entre otras.

¿Se puede fortalecer el sistema nervioso central? Sí. A través del ejercicio físico, descanso adecuado, aprendizaje continuo y reducción del estrés.

¿Cuál es el rol del cerebelo? Coordina movimientos, ajusta el equilibrio y automatiza habilidades motoras.

¿Qué es la neuroplasticidad? Es la capacidad del cerebro de reorganizarse, aprender y adaptarse a nuevos desafíos o daños.

Por Carlos Diego Ibáñez
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Imagen: ©Shutterstock / Magic mine

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