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Un grupo de investigadores ha encontrado un ingrediente del polvo casero, una proteína conocida como flagelina, que incrementa las reacciones a alérgenos comunes en los ambientes interiores, provocando ataques de asma alérgica. Para evitarlos, te traemos varios consejos que te facilitaran la diaria e importante tarea de combatir el polvo.  

Gino y  Rolando estaban jugando muy divertidos cuando a uno se le ocurrió arrojarle un almohadón al otro, que inmediatamente se quedó sin aire y no podía respirar, no por el golpe  — que fue suave — sino porque las plumas que tenía le provocaron una reacción alérgica de inmediato. Así fue como todos en la familia se enteraron de que Rolando tenía asma alérgica.

Los almohadones (incluso los que no son de plumas), los acolchados y las alfombras son algunos de los artículos del hogar que pueden acumular polvo y otras partículas diminutas que son invisibles y que constituyen los agentes principales que producen las alergias. A estos compuestos se les llaman alérgenos.

Al respecto, un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental (NIEHS) y de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, ha encontrado un ingrediente del polvo de los hogares que puede potenciar las reacciones de asma alérgica.

Se trata de una proteína bacteriana conocida como flagelina, que al parecer empeora las reacciones a los alérgenos comunes en los espacios interiores, tal como figura en los resultados de este estudio hecho en ratones y en humanos, que fueron publicados en línea, en la revista Nature Medicine.

En particular, los investigadores notaron que los ratones expuestos al polvo de las viviendas que podían responder a la flagelina tuvieron síntomas de asma alérgica, mientras que los ratones que no podían detectar dicha proteína sólo mostraron síntomas mínimos.

En el caso de las personas, los científicos detectaron que los asmáticos tenían niveles más altos de anticuerpos contra la flagelina en la sangre, lo que sugiere una relación entre el ambiente de las personas y el asma alérgica.

Si bien estos resultados no son concluyentes y aún se necesitan nuevas investigaciones que brinden más datos sobre este tema, los hallazgos sugieren la importancia de mantener limpio el hogar para evitar la acumulación de polvo, moho y otros alérgenos.

Afortunadamente, con algunos sencillos cuidados podrás tener una casa a prueba de alergias. Por ejemplo, empieza por la limpieza:

  • Lava las sábanas, las fundas y los cubrecamas, mínimo una vez a la semana con agua caliente (el agua fría no elimina los ácaros del polvo).
  • Limpia los pisos regularmente con un trapo húmedo, para evitar que los irritantes se propaguen por el aire.
  • Lava los platos todos los días y enjuaga el lavaplatos y los grifos, para deshacerte del moho y los restos de la comida.
  • Limpia la nevera por dentro y por fuera. Por dentro, para remover el exceso de humedad que estimula el crecimiento del moho. Por fuera, para eliminar el polvo que se acumula en la parte superior.
  • Limpia regularmente la superficie de los muebles, como los gabinetes, los cajones, las mesas y mesadas.
  • Lava las cortinas y las persianas, y limpia los marcos de las ventanas regularmente.

Otras sugerencias para mantener la higiene del hogar y la casa libre de polvo y alergias son:

  • Evita las alfombras. Si de todos modos las vas a colocar, elige aquéllas de pelo corto y asegúrate de pasarles la aspiradora con un filtro HEPA, dos veces a la semana.
  • No acumules objetos que guardan polvo, como libros, revistas y muñecos de peluche. Si los tienes, consérvalos en un bote o recipiente de plástico e intermitentemente, mientras tus hijos duermen, mételos en una bolsa de plástico en el congelador. El frío mata a los ácaros del polvo.
  • Tira la basura todos los días. De esa manera eliminarás las posibilidades de tener roedores y cucarachas, además de los malos olores.
  • Evita que se forme humedad en el baño. Si no tienes buena ventilación puedes usar un deshumidificador o instalar un extractor para eliminarla.
  • Evita las mascotas. Si las tienes, es mejor que estén afuera, y si entran, designa una área para ellas y no permitas que estén en las habitaciones.
  • Durante los meses en los cuales hay más polen, no abras las ventanas tan frecuentemente y usa el aire acondicionado con filtros de aire (que debes cambiar regularmente).
  • No tengas demasiadas plantas adentro de la casa, ya que pueden aumentar el crecimiento del moho.
  • No permitas que fumen en tu casa
  •  Combate las cucarachas, también pueden causar asma
  •  Evita las velas aromáticas y los aromatizadores

Ahora sí, manos a la obra. Entre todos pueden cuidarse y cuidar que el hogar se vuelva un lugar libre de alergias y de asma.

Imágen © iStockphoto.com / Sebastian Kaulitzki

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