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Los niños pequeños son grandes exploradores que todo quieren ver y tocar. Además, les atraen los colores vivos y las formas y las texturas diferentes. Por eso, los productos de limpieza que utilizas en tu casa son un riesgo. Para que puedas proteger a tu familia de los envenenamientos con estos productos, aquí te contamos cómo hacer que tu casa sea un lugar seguro a prueba de niños.

María tiene dos hijos preciosos, Milena y Paco, ambos están en esa edad en la que tocan todo y quieren saber de qué se trata cada cosa, incluso para qué sirven esos agujeritos que están en la pared donde cada vez que quieren meter su dedo escuchan un fuerte grito que dice: “¡No, los dedos en el enchufe, no!”

Y así como eso, la lista de “ten cuidado con esto o con lo otro” es tan amplia que no podríamos detallarla aquí. Sin embargo, existen algunas normas de seguridad para el hogar que toda mamá y papá pueden tener en cuenta para evitar los envenenamientos y para que todos vivan más tranquilos y seguros.

Una de las cosas que más le llama la atención a Paco, por ejemplo, es una botella anaranjada que contiene detergente, no es que le interese limpiar sino que ese color de fuego tan atractivo es imposible de resistir para él. A Milena, en cambio, le encantan unas pastillas redondas de jabón porque se parecen a las rueditas del camión de su hermano pero son ásperas, perfumadas y de un color diferente.

Estas situaciones son muy frecuentes en los hogares en donde hay niños pequeños. De hecho, algunos especialistas estiman que la intoxicación es la 5ª causa de muerte por lesiones no intencionales en los niños y, entre ellas, la producida por productos del hogar ocupa el 2º lugar. Por eso, en este artículo, te contaremos específicamente cómo prevenir intoxicaciones o envenenamientos con productos de limpieza y otros artículos de uso cotidiano.

Una de las medidas preventivas principales contra los envenenamientos que debes de tomar en tu casa es guardar estos productos de limpieza bajo llave y fuera del alcance de los niños, de preferencia en un armario elevado, sobre todo si se trata de pesticidas y otras sustancias químicas.

Además, aunque algunas parezcan inofensivas, como el champú o el jabón, también pueden ser riesgosas para la salud de los niños. No es necesario de que se trate de venenos para que sean tóxicos. Por ejemplo, entre los productos que hay que mantener fuera del alcance de los niños se encuentran:

  • Desinfectantes para los baños y la cocina (incluyendo los blanqueadores).
  • Productos de limpieza y el mantenimiento del hogar, como los limpiadores del desagüe, las pinturas y el pegamento.
  • Productos para automóviles, como el anticongelante o el líquido para lavar el parabrisas.
  • Productos de belleza o para el cuidado de la salud, como medicamentos, cosméticos para el cabello y las uñas.
  • Aerosoles e insecticidas para las cucarachas, así como el repelente contra los insectos y los venenos para las ratas y los otros roedores.
  • Productos para eliminar la maleza.
  • Productos para eliminar el moho.
  • Champú contra las pulgas o las garrapatas, los polvos y los desinfectantes para las mascotas.
  • Productos químicos para las piscinas.

¿Cuántos de todos estos productos tienes en tu casa? Varios de ellos ¿verdad? Entonces, la regla número uno es la que mencionamos previamente: para evitar envenenamientos, mantenlos siempre en un armario cerrado con llave, fuera del alcance de los niños y de las mascotas.

Otras medidas que debes considerar y que pueden ayudarte a evitar los envenenamientos y otros accidentes, son:

  • Lee la etiqueta del producto antes de utilizarlo y sigue las instrucciones al pie de la letra.
  • Presta atención a los productos cuando los estés utilizando en todo momento.
  • Vuelve a cerrar o a tapar los productos, no sólo cuando termines de utilizarlos sino también cuando interrumpas su uso, por ejemplo, por una llamada telefónica, el timbre de la puerta o porque alguno de los niños llora.
  • Nunca transfieras los pesticidas a otros envases, ya que los niños pueden asociar ciertos envases con comidas o bebidas.
  • Retira a los niños, a las mascotas y a los juguetes de los lugares que vas a desinfectar, antes de aplicar pesticidas (dentro o fuera de tu hogar) y sigue las instrucciones de la etiqueta para determinar cuándo los niños y las mascotas pueden volver a ingresar al área que fue tratada.
  • Nunca utilices pesticidas ilegales.
  • Siempre ten a la mano el número de los centros de atención y emergencias por envenenamiento.

Si de todos modos ocurre una intoxicación, trata de mantener la calma y de actuar rápidamente. En caso de ingestión, no trates de provocarle el vómito, especialmente si el niño está inconsciente, ni le des nada de beber. En cualquier caso, llama al 911 si vives en Estados Unidos o al número de emergencia de tu localidad. La información que van a necesitar incluye: tu nombre y tu teléfono, el nombre del niño, su edad, su peso; si tiene algún problema médico, si toma alguna medicina regularmente, qué fue lo que ingirió (que lo puedes leer de la botella), si sabes cuándo lo ingirió y si sabes la cantidad. De acuerdo a la información que les proporciones, la condición del niño (a) y lo que haya ingerido, te van a decir si es necesario que te lo lleves al hospital o te indicarán lo que puedes hacer en tu casa.

Ten en cuenta que los síntomas por intoxicaciones o envenenamientos son muy variados y dependerán del producto que ocasione el problema. Pueden incluir: vómito, náuseas, irritación en la piel, en los ojos, mareos, diarrea, dificultad para respirar, confusión, debilidad y convulsiones, entre otros.

Desde luego, es mejor prevenir que remediar ¡No te descuides! Mejor guarda estos productos antes de que puedan ocasionar un problema grave.

 

Imagen © iStock / Yuri Arcurs

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