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Al escuchar infecciones de transmisión sexual (ITS), nos viene a la mente algún tipo de padecimiento propio de los jóvenes o de personas que tienen muchas parejas sexuales. En muchos países del mundo esto es visto por algunos como un estigma. Pero con más de 30 diferentes patógenos (microorganismos causantes de la infección) y 1 millón de personas que se contagian diariamente, estas infecciones son algo más común de lo que parece. Es más, existen infecciones que se consideran popularmente como de transmisión sexual, pero no lo son. Veamos…

Mediante cualquier tipo de contacto sexual es posible contraer una infección de cualquier tipo (por ejemplo, un resfriado o conjuntivitis). Pero específicamente las ITS (Infecciones de Transmisión Sexual) se definen como aquellas que tienen como vía principal (y casi exclusiva) de contagio, los contactos sexuales (de cualquier índole). Mediante:

  • La sangre (en las relaciones sexuales, se producen heridas microscópicas que pueden liberar un poco de sangre)
  • El semen
  • Los fluidos vaginales
  • En pequeños casos, por otros fluidos corporales (lágrimas, saliva, entre otros)

Pero en una época anterior, donde las agujas no eran desechables, ocurría contagio en transfusiones de sangre. Actualmente aquellas personas que comparten jeringas también pueden enfrentarse a una transmisión.

Quizá te estas preguntando si de lo que estamos hablando es lo mismo que ETS. Bueno, sí y no. Previamente se conocían como ETS (enfermedades de transmisión sexual) y fue cambiado a ITS para poner el énfasis en que existen infecciones que no tienen síntomas.

“Se cambia el concepto de ETS a ITS para dejar claro que el término ‘enfermedad’ se utiliza cuando una persona tiene síntomas, pero muchas de las infecciones no las tienen. Así se abandona el enfoque de ‘tratar’ un problema que se ve, para ahora prevenir una infección”, señala Ester Santander, del comité de normas de ITS del Ministerio de Salud Chileno.

Las principales ITS, y que tienen mayor riesgo para la salud, son producidas por virus y bacterias. 

VIH/SIDA

Esta infección y enfermedad es la razón principal para realizar el cambio de ETS a ITS. El virus que lo produce se llama virus de inmunodeficiencia humana (VIH), por lo tanto, cuando una persona se infecta con el virus pasará un largo tiempo sin tener ningún síntoma, pero si puede está en condiciones de infectar a otros.

El virus tiene como objetivo de ataque los glóbulos blancos de la sangre (por eso al principio no se ven signos externos), quienes son los encargados de proteger contra cualquier agente externo que quiera atacar el cuerpo.  Son los actores principales del sistema inmune (sistema que se asegura de ser defender a nuestro organismo ante el ataque de un patógeno). Al ir destruyendo los glóbulos blancos, el cuerpo se queda sin defensas lentamente (de allí que es un virus de inmunodeficiencia).

Cuando la cantidad de virus en la sangre es alta, pero la cantidad de glóbulos blancos es muy baja, se puede comenzar a hablar de que la persona está con una enfermedad: síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). 

De los más de 100 millones de personas que se han infectado de VIH desde que se conoce, 40 millones han muerto en total. En el año 2021, 650 mil personas infectadas murieron.

Contrario al pensamiento popular, estrictamente hablando el SIDA no es mortal. Lo que lo hace extremadamente peligroso es la falta absoluta de defensas para hacer frente a ataques de otros patógenos. 

La vía principal de contagio es la sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna. Por lo que el uso de agujas contaminadas puede ser un foco de contagio también. En la misma línea una madre puede contagiar a su hijo en el parto o al amamantar.

Es muy importante dejar en claro que abrazar, besar, tocar, acariciar, hablar o compartir alimentos NO conduce al contagio del VIH.

Virus del papiloma humano (VPH)

Esta infección generalmente puede conducir a la presencia de verrugas genitales, donde se llama condiloma. En este caso la vía principal de contagio es el contacto piel con piel. 

La gran preocupación de este virus supone para las mujeres. Específicamente debido a que algunas variantes del virus se asocian fuertemente con el cáncer del cuello uterino (es la entrada del útero, que la separa de la vagina). Es una infección muy común, 8 de cada 10 personas en algún momento de su vida lo tendrán, y 1 de cada 20 casos de cáncer se asocia al VPH. 

Un examen ginecológico de rutinario permite prevenir y reconocer a tiempo un posible cáncer:

  • El Papanicolaou, método que logra extraer tejido del cuello uterino para reconocer si existe presencia de células cancerígenas.

Actualmente dentro del calendario de vacunación escolar en la mitad de los países Latinoamericanos se presenta aquella que protege contra el VPH. Si no se tiene la vacuna antes de contraer la infección, esta enfermedad es incurable.

Sífilis, Clamidia y Gonorrea

Son infecciones bacterianas curables. Aunque la resistencia ha aumentado los casos de infecciones que no pueden ser tratadas. Para el año 2015 se detectaron que 6 de cada 10 bacterias que producen ITS, los antibióticos más suaves no los elimina.

En general los síntomas son similares a una infección bacteriana externa. 

  • Inflamación y secreción inusual de la zona genital
  • Dolor al orinar 
  • Eventualmente puede producir daños en los órganos que conduce a la infertilidad
  • En el caso de la sífilis, se presentan heridas genitales llamadas úlceras
  • La clamidia y gonorrea, muchas veces es asintomático (otra razón para llamarles ITS y no ETS, dado que no se ‘ve’ la infección).

Vulvovaginitis

Este es un caso especial. La vulvovaginitis supone la infección de la vulva, es decir, la zona externa de entrada a la vagina, por un hongo llamado Candida albicans; y en general se le llama candidiasis a la infección de este hongo a cualquier ser humano y en cualquier lugar del cuerpo. Lo diferente, es el hecho que este hongo es propio de nuestra microbiota cutánea, específicamente en las áreas húmedas de nuestro cuerpo (boca, ano y genitales). 

Esta levadura es oportunista, eso quiere decir que cuando reconoce un desbalance o la muerte de otros microorganismos que residen en la microbiota se aprovecha y comienza a infectar. Por lo que no se considera en si mismo una ITS, pero sí es posible ‘compartir’ el hongo en un encuentro sexual.

Los síntomas en general son de picazón, dolor, heridas en los pliegues genitales y fluidos de color blanquecinos.

Prevención

  • Examinarse: Al iniciar un encuentro sexual por primera vez con alguien es importante conocer si hay alguna ITS que pueda encontrarse sin síntomas. Existen pruebas rápidas contra sífilis, VIH y hepatitis B y C (que son ITS)
  • Métodos de barrera: Utilizados de manera correcta y siempre son la forma más eficaz de proteger contra las ITS y especialmente contra el VIH (existen métodos con medicamentos que impiden el contagio, pero no tienen total eficiencia). Los métodos de barrera son el preservativo (condón) masculino y femenino. Sólo debe usarse uno, si se usan más pueden romperse
  • Conocer el cuerpo y los síntomas: Hablar con familiares y amigos sobre el tema y apoyar a los adolescentes a que conozcan
  • Circuncisión masculina; reduce en un 60% el riesgo de contraer infección en las relaciones vaginales. Hay alguna evidencia que protege de otras ITS. 

 

Por Carlos Diego Ibáñez
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Imagen: ©Shutterstock / Kmpzzz

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