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Con las fiestas de diciembre y Año Nuevo a la vuelta de la esquina, todos nos vemos rodeados de alimentos con alto contenido de grasa, salsas espesas, cremas y postres deliciosos repletos de calorías. ¡Es difícil mantener una dieta sana! Difícil… pero no imposible. Aprende a cambiar unos alimentos por otros, a sustituir ingredientes y, sobre todo, a usar la moderación a la hora de servirte.  

Aunque subir de peso es casi una tradición en esta época, hay maneras de hacer tus fiestas tan felices como saludables. La siguiente lista contiene algunos de los alimentos que pueden hacerte acumular libras/kilos, si no utilizas un poco de moderación:

1. Carne asada. Sobre todo los cortes con mucha grasa, que son los que normalmente seleccionas para esos días especiales. Si a eso le agregas “la salsa” de la cocción, estás añadiendo a tu dieta una buena cantidad de grasa saturada, que no es nada recomendable para el corazón. Trata de sustituirla por pavo o pollo al horno o a la parrilla. Y si de todas maneras, te vence la tentación, al menos no la acompañes ni con arroz ni con puré de papas (patatas). En su lugar, llena el resto del plato con bastante ensalada y un aliño (aderezo) bajo en calorías.

2. Albóndigas con salsa o crema. Riquísimas, y se pueden servir como entremés o como plato principal. Muchas personas piensan que son una buena opción, porque es más fácil controlar las porciones según el número de albóndigas que se sirvan. El problema es que la salsa cremosa en la que se cocinan está saturada de calorías. Si puedes limitarte a una sola albóndiga, perfecto. Si no, es preferible que te decidas por un coctel de camarones, pavo o cualquier otra carne magra.

3. Vegetales a la crema. La espinaca, la alcachofa, la coliflor y otros vegetales son una buena opción… siempre que no se preparen añadiéndoles crema de leche y queso. Sirve una buena variedad de vegetales, pero acompáñalos con una salsa sin grasa. O tal vez con una salsa a base de yogur (bajo o en grasa o descremado) para “mojar” si quieres un gusto cremoso.

4. Puré de papas con mantequilla. Es uno de los acompañantes más populares, no sólo en las fiestas, sino durante todo el año. Normalmente se prepara con gran cantidad de leche entera y mantequilla y bastante sal, lo que representa unas 238 calorías por una porción de 1 taza. Prepara tu puré “a lo sano”: leche descremada, menos mantequilla y sólo la sal indispensable para darle sabor.

5. Batatas (camotes) acarameladas. Durante esta época del año, muchas personas las preparan con azúcar morena y mantequilla, y a veces las coronan con alteas (malvaviscos) y nueces. ¿Resultado? Unas 400 calorías por una porción de 3/4 de taza. También son peligrosas para mantener la dieta las deliciosas “sweet potato fries”, que se han puesto de moda para sustituir a las papitas fritas tradicionales. Si te encanta el sabor de las batatas, no tienes por qué privarte de ellas si las sirves sin muchos añadidos, cocinadas al horno. Son sabrosas, sanas, ricas en beta caroteno y por supuesto, con muchas menos calorías.

6. Camarones, dátiles, etc. enrollados en tocino (beicon). Los camarones y los dátiles son buenas opciones servidos por sí solos, pero cuando los envuelves en tiras de tocino (beicon), y los horneas para hacer unos exquisitos entremeses, se convierten en verdaderas “bombas” de grasa. Una buena alternativa: sirve camarones cocidos al vapor.

7. Torta de frutas. Aunque es verdad que tiene frutas, también está cargada de mantequilla y azúcar y su masa es muy densa. Sustituye la torta de frutas por una rebanada de pastel de calabaza (ahuyama) o, mejor aún, por frutas frescas.

8. Pastel de nueces pacanas. Es uno de los postres favoritos en la temporada navideña. Las nueces pacanas son excelentes para la salud, ya que contienen grasas sanas y proteínas, pero el pastel también contiene una cantidad bastante alta de azúcar, mantequilla y jarabe de maíz puede elevar una simple rebanada a más de 500 calorías y unos 20 gramos de grasa. ¿Qué puede ser una buena sustitución? Un puñado de nueces mixtas es una buena fuente de proteínas que además es muy sabrosa. Y si quieres algo dulce, puedes sustituir el pastel de nueces por uno de calabaza. Tampoco dejes que la tentación te lleve a comer pastel de zanahorias: entre la masa jugosa y la cubierta de glaseado cada porción puede aportar hasta 650 calorías.

9. Eggnog, rompope, crema de vie, o cualquier bebida dulce y cremosa. ¿A quién le no gustan esos ricos ponches a base de crema de leche, huevos, azúcar y licor, típicos de la temporada? Pero a no ser que estés siguiendo una receta con ingredientes de bajas calorías (que es algo poco probable en una fiesta), olvídate del eggnog y de otras bebidas cremosas similares. También debes evitar las bebidas con alto contenido de alcohol, que ya de por sí contienen muchas calorías. Haz los brindis con un ponche de arándanos (cranberry). O tal vez con sidra que es más ligera.

10. Bola de queso cubierta con nueces y/o frutos secos.  Las probabilidades de encontrarte este plato en las mesas de los buffets son muy altas, ya que resulta una delicia, servido con frutas o galletitas tanto como aperitivo como postre. Pero no te dejes engañar: una porción puede representar unas 400 calorías.  Date la vuelta y elige algo más ligero, quizás unos trocitos de queso acompañados por uvas verdes bien jugosas.

No tienes, sin embargo, que privarte de todo lo que te gusta. Si no puedes resistir la tentación de comer tus platos favoritos, ¡adelante! Cuida sólo de servirte porciones pequeñas para que las calorías adicionales no se acumulen directamente en tu cintura.  Disfruta plenamente de las fiestas, pero no te olvides de volver después a tu rutina normal con una alimentación saludable y balanceada y ejercicios para ponerte de nuevo en forma.

 

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Imagen: ©Shutterstock / JeniFoto

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