Hay descubrimientos que cambian la forma en que miramos lo cotidiano. Tal como puede ser comer, beber o incluso tomar un sorbo de bebida “sin azúcar”. En los últimos años, la ciencia ha encontrado que el cuerpo tiene sensores del gusto fuera de la lengua. En el intestino, el páncreas, las vías respiratorias. Y ahora hay pruebas de que el propio corazón también puede llevar receptores del sabor dulce. ¿Qué significa eso? ¿Pueden los edulcorantes incidir directamente en la función del cuerpo? Repasamos lo que se sabe, lo que falta por confirmar y qué conviene tener en cuenta para la salud.
Un corazón que detecta nutrientes
Investigadores de la Universidad Loyola de Chicago han mostrado que en células del corazón hay receptores del sabor dulce, los mismos de la lengua. Al estimularse, con azúcar o con edulcorantes, la fuerza de contracción del músculo cardíaco puede variar.
Según explicó el autor principal: “Luego de comer alimentos, se ha visto que cambia el ritmo cardiaco y la presión sanguínea. Proponemos que puede ser una consecuencia directa a que el corazón ‘huele’ los nutrientes en la sangre. Por ahora lo hemos probado en células humanas.”.
Este descubrimiento refuerza la idea de que la dieta no solo influye en el metabolismo. También puede impactar directamente en la fisiología del corazón y de otros órganos.
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Edulcorantes y corazón: ¿cómo afectan realmente?
Estos receptores no se activan solo con azúcar. Estudios indican que también responden a sustitutos como eritritol o aspartamo. Incluso, algunos consumidores de altos niveles de endulzantes han tenido episodios de arritmias.
Por otro lado, se ha asociado niveles elevados de eritritol en sangre con mayor riesgo de infarto. O de tener un accidente cerebrovascular. Aunque la evidencia no confirma causalidad.
Estos receptores están en mayor cantidad en pacientes con fallo cardiaco. Para los investigadores eso no es casual:
- Al activar estos receptores en el laboratorio hay mayor contractilidad del corazón.
- Además, durante un ataque cardiaco es necesaria una mayor cantidad de azúcar para tener energía.
En conjunto, ellos proponen que al comenzar el daño en el corazón, se aumenta la cantidad de receptores. ¿Para qué? Para que el corazón pueda ir “calculando” cuánta azúcar hay en la sangre y adaptarse.
Eritritol y cerebro: una conexión inesperada
Además de esto, al parecer edulcorantes alteran a las células que recubren los vasos sanguíneos del cerebro.
En modelos celulares, dosis similares a las presentes en una bebida gaseosa generaron:
- Estrés oxidativo
- Menor producción de proteínas anticoagulantes
- Dificultad para relajar las arterias.
Estos cambios podrían contribuir a un mayor riesgo de eventos trombóticos.
¿Son iguales todos los edulcorantes?
No. Bajo el término endulzantes se agrupan distintos tipos:
- Alcoholes de azúcar (eritritol, xilitol).
- Artificiales no calóricos (sucralosa, aspartamo, acesulfame K).
- Alternativas naturales (estevia).
Cada uno se procesa diferente en el cuerpo. Por ejemplo:
- La sucralosa puede activar zonas cerebrales del hambre de modo distinto al azúcar real.
- El uso prolongado de edulcorantes puede generar cambios en el cuerpo. Como en microbiota, resistencia a la insulina o alteraciones en marcadores metabólicos.
Aun así, la evidencia humana es contradictoria. Algunos resultados apuntan a riesgos, otros no encuentran efectos nocivos claros.
Importante aclaración
La mayoría de estos resultados proceden de investigaciones celulares y modelos animales. Por eso esto es una voz de alarma para explorar más a fondo la relación entre edulcorantes y el cuerpo en humanos.
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Debemos eliminar los edulcorantes de la dieta
No necesariamente. La evidencia aún es contradictoria. Sin embargo, los expertos sugieren precaución en tres grupos:
- Personas con enfermedad cardiovascular diagnosticada.
- Pacientes con insuficiencia cardíaca.
- Individuos que consumen varias latas o productos “sin azúcar” al día.
Recomendaciones prácticas:
- Moderación. No sustituir todo el azúcar por edulcorantes.
- Preferir alimentos frescos y mínimamente procesados.
- Revisar dosis máximas recomendadas en etiquetados.
La relación entre edulcorantes y corazón es un tema abierto que exige más investigación. Por ahora, la mejor estrategia es la moderación y preferir alimentos naturales. Recordemos que “sin azúcar” no siempre significa “sin efectos”. Y que lo que comemos influye directamente en la salud.
Si buscas eliminar el azúcar por motivos dietéticos o por diabetes, el ejercicio es clave. Además de hacer cambios acompañados de un experto de la salud.
Preguntas frecuentes
¿Los edulcorantes afectan al corazón? Algunos estudios en laboratorio sugieren que sí, aunque falta confirmación en humanos.
¿Cuál es el edulcorante más riesgoso? El eritritol ha sido asociado a mayor riesgo cardiovascular. Pero la evidencia aún no es concluyente.
¿Los edulcorantes son más seguros que el azúcar? Depende de la cantidad y del tipo. El exceso de azúcar también daña el corazón y la salud metabólica.
¿La estevia es más segura? La estevia, en dosis moderadas, suele considerarse más segura que otros endulzantes.
¿Puedo consumir edulcorantes si tengo insuficiencia cardíaca? Lo ideal es consultar al cardiólogo, ya que ciertos pacientes deben limitar su ingesta.
Por Carlos Diego Ibáñez
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