Skip to main content

De lo bueno y lo malo de la liposucción se ha hablado mucho. Pero con tanta información, a veces ya no sabes qué creer. En términos generales, es una cirugía segura, pero no deja de tener riesgos. Antes de tomar la decisión de someterte a una liposucción para eliminar la grasa de tu cuerpo, entérate bien cuáles son.

La liposucción no es un procedimiento para perder peso, es únicamente para eliminar el exceso de grasa en ciertas áreas. Para esos “gorditos” de los cuales no podemos deshacernos por más que hagamos ejercicio o dieta, es para lo que se ha diseñado la liposucción. Y se acumulan en ciertas zonas como el abdomen, las caderas, los muslos, los brazos, la papada, la espalda y las nalgas. ¿Quién no daría lo que fuera por deshacerse de ellos?

Por eso, muchos han intentado la liposucción, una cirugía mediante la cual se succiona la grasa acumulada en ciertas partes del cuerpo. Hasta el momento ha demostrado ser una cirugía exitosa en la mayoría de los casos. Pero, eso no significa que no tenga algunos riesgos, como los siguientes:

  • Como cualquier cirugía, puedes tener complicaciones como hemorragias, infecciones o reacciones negativas a la anestesia. Y mientras más grande sea la zona en la que te vas a hacer la liposucción, mayores son los riesgos de sufrir cualquier complicación.
  • No es seguro hacerte una liposucción cuando tienes problemas circulatorios, enfermedad coronaria (del corazón), diabetes o un sistema inmunológico débil pues pueden complicar la cirugía y poner en riesgo tu salud.
  • Aunque es normal que la piel quede algo lastimada por unos meses, es probable que te queden marcas o cicatrices permanentes. Después de la liposucción tu piel puede quedar floja, irregular o con manchas permanentes. Eso sucede cuando tu piel es demasiado delgada y tiene poca elasticidad, cuando no succionan bien la grasa, o cuando la cánula con la que succionan te hace daño.
  • Si te hacen una liposucción asistida por ultrasonido, es probable además, que se te formen unas pequeñas bolsas llenas de líquido bajo la piel, que deberán ser vaciadas después con una aguja.
  • También pueden irritarse los nervios de la zona donde te hicieron liposucción.
  • Cuando la cánula entra muy profundo bajo tu piel, corres el riesgo de que puedan perforar algún órgano. Esta es una situación bastante complicada que sólo se puede arreglar con cirugía y puede ponerte en gran peligro.
  • Aunque sucede en muy pocos casos, la liposucción podría causarte la muerte. Ya sea porque tengas una reacción negativa a la anestesia o porque la entrada y salida de líquidos puede alterar los líquidos internos de tu cuerpo y provocarte problemas de riñón o del corazón o que desarrolles una embolia grasa (un pedacito de grasa que se vaya por el torrente de sangre y tape una de las arterias).

Si estás pensando en hacerte una liposucción, mi consejo es que sólo te la hagas con un cirujano plástico profesional y recomendado. Y que si te van a dar anestesia general, sea con un anestesiólogo calificado y que sea en un centro de salud o en un hospital que tenga el equipo que se necesita y que pueda responder en caso de que haya complicaciones. El éxito de la cirugía dependerá de eso y de que hagan una evaluación completa de tu salud antes de pasar a la sala de operaciones. Y, por cierto, ¡la grasa puede regresar después de la liposucción!

No tomes riesgos, antes de pensar en la vanidad y el bolsillo, piensa en tu salud.

 

Imagen © iStock / Chris Tefme

Comentarios de nuestra comunidad