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Elegir bien los tipos de sartenes y cómo cuidarlas no es solo cuestión de estética ni es un lujo. El material de una sartén influye en la forma de cocinar, en la salud de los alimentos y en su durabilidad. De hecho, una sartén bien cuidada puede acompañarte por años, mientras que un mal uso acorta su vida a pocos meses. En esta guía te explicamos las opciones más comunes, con sus ventajas y desventajas. Así como tips de cuidados esenciales para cocinar mejor cada día.

Tipos de sartenes y cómo cuidarlas

Sartenes antiadherentes (PTFE o teflón)

Son las más usadas en el mundo. Perfectas para omelette, hacer arroz o huevos porque casi nada se pega.

  • Ventajas: fáciles de limpiar, económicas, ideales para cocina rápida.
  • Desventajas: se rayan con facilidad.  A altas temperaturas, sobre los 260 °C, pueden liberar humos nocivos. Revisa este artículo para profundizar. Además, no distribuye bien el calor, enfriándose hacia los bordes.
  • Cuidados: usa utensilios de madera o silicona. Evita los metálicos o estropajos abrasivos. No puedes cocinar a fuego alto o en el horno a altas temperaturas. Asegúrate de reemplazar la pieza cuando el revestimiento tenga rayas visibles.

Puedes leer más sobre cómo cocinar saludablemente en estos artículos.

Sartenes de cerámica

Reconocibles por su diseño colorido mate y brillantes.

  • Ventajas: la mayoría son libres de teflón. Distribuyen bien el calor y soportan temperaturas elevadas (hasta 400 °C). Duran entre 1 y 3 años.
  • Desventajas: se desgastan con el tiempo y pierden antiadherencia.
  • Cuidados: evita cambios bruscos de temperatura, ya que se puede trizar la cerámica. Por eso también lávalas con suavidad y no uses utensilios metálicos.

Sartenes de aluminio y aluminio anodizado

  • Ventajas: ligeras, económicas y distribuyen bien el calor. El anodizado, o forjado del aluminio, mejora resistencia.
  • Desventajas: el aluminio puro reacciona con alimentos ácidos si no está recubierto. Además, usualmente no retiene bien el calor, por lo que se dificulta trabajar a altas temperaturas.
  • Cuidados: evita cocinar prolongadamente tomates o cítricos en aluminio sin revestimiento. Puede que este revestimiento sea teflón o cerámica.

Sartenes de acero inoxidable

Clásicas por su brillo plateado y peso.

  • Ventajas: muy resistentes y duraderas. Son aptas para altas temperaturas. Excelentes para dorar carnes y hacer reducciones. Las multicapas (acero + aluminio + acero) combinan resistencia y buena distribución del calor.
  • Desventajas: no son naturalmente antiadherentes. Lo que se traduce en tener técnicas para evitar que se pegue la comida. Un ejemplo es que si queremos hacer una proteína a la plancha debemos agregar el aceite a la carne y no a la sartén. De esa manera evitamos que el aceite se queme y la carne se pegue.
  • Cuidados: precalienta bien. Sabrás que está lista porque al agregar gotas de agua estas “bailarán” en la superficie. Evita cambios bruscos de temperatura. Puedes limpiar las manchas difíciles con bicarbonato o limpiador en crema con una lana de acero.

Sartenes de hierro fundido (cast iron)

Las favoritas de generaciones pasadas y de la cocina rústica.

  • Ventajas: retienen muy bien el calor. Resisten altísimas temperaturas, por lo que se pueden usar en horno.  Con uso se forma una pátina (es decir, debe ser “curado”) que funciona como antiadherente natural.
  • Desventajas: son muy pesadas. Requieren bastante mantenimiento constante para que duren. No es adecuada para cocinar alimentos muy ácidos de forma prolongada. Es muy fácil que se pegue la comida, incluso con el curado.
  • Cuidados: curar antes del primer uso (haciendo capas de aceite calentadas). Secar bien y aceitar tras cada lavado para evitar óxido. Hay algunas que vienen curadas o con cera de abeja.

Se ha visto que estas sartenes, bien mantenidas, incluso puede aportar hierro.

Reglas prácticas para alargar la vida de tus sartenes

  • Usa fuego medio en sartenes antiadherentes.
  • Prefiere utensilios de madera o silicona.
  • Evita lavar en agua fría cuando la sartén está caliente.
  • Seca bien y aplica aceite en sartenes de hierro o acero.
  • Coloca separadores al guardarlas para evitar que se rayen.
  • Reemplaza sartenes con recubrimientos dañados.
  • Compra calidad sobre cantidad si puedes permitírtelo.

¿Cuál deberías comprar?

Si solo vas a tener una sartén, la opción más versátil es el acero inoxidable multicapa. Si buscas un complemento para asados u horno, el hierro fundido es un aliado perfecto.

Para recetas rápidas, los antiadherentes siguen siendo prácticos. Pero recuerda: lo barato suele salir caro si no cuidas tus utensilios.

Además de los materiales, existen recubrimientos “especiales”. Tales como “piedra”, “mármol” o “titanio”; en muchos casos son variantes de teflón reforzado. Antes de comprar, revisa siempre las etiquetas y confirma que estén libres de compuestos como PFOA o PTFE.

Preguntas frecuentes

¿Cuál es la mejor sartén para cocinar sano? El acero inoxidable multicapa, porque no libera sustancias químicas y es muy duradero.

¿Las sartenes antiadherentes son seguras? Sí, si no se usan a fuego alto ni se rayan. Deben reemplazarse al dañarse el recubrimiento.

¿Cada cuánto tiempo hay que cambiar una sartén? Cuando el recubrimiento presenta rayas visibles o se deforma la base.

¿Las sartenes de hierro fundido son difíciles de mantener? Requieren curado y engrasado, pero bien cuidadas duran generaciones.

¿Qué sartén me conviene si cocino mucho a la plancha? Una de acero inoxidable, ya que soporta altas temperaturas y permite dorar mejor.

¿El aluminio es peligroso en la cocina? El aluminio puro puede reaccionar con ácidos. A lo que se recomienda versiones anodizadas o con recubrimiento para que sea seguro.

Por Carlos Diego Ibáñez
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Imagen: ©Shutterstock / Perfect Wave

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