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  • La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune que ataca a las articulaciones produciendo inflamación, dolor y en el largo plazo, desgaste incapacitante. Hasta el momento no se ha encontrado una cura, pero si tratamientos que permiten incluso frenarla.
  • La enfermedad autoinmune que ataca las articulaciones llamada artritis reumatoide, a diferencia del desgaste natural, acelera la perdida de movilidad. Por esa razón que se han buscado diferentes tratamientos médicos. Actualmente se utilizan anticuerpos que bloquean la acción inflamatoria (tratamiento biológico), medicamentos contra el cáncer, malaria o corticoides (antirreumáticos), y medicamentos antiinflamatorios comunes.
  • En la artritis reumatoide, una enfermedad donde el sistema inmune ataca las articulaciones es importante ir monitorizando los tratamientos que se hacen. Un medicamento puede funcionar en un momento dado, pero pueden aparecer efectos adversos o dejar de funcionar. Por ello, esta enfermedad muestra la importancia de una medicina personalizada y acorde a los avances que cada individuo logra.

A diferencia del desgaste natural de los huesos y articulaciones que ocurre en la vejez (osteoartritis), la artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune donde el cuerpo ataca a sus propios tejidos. Esto produce mucho dolor, hinchazón y deformidad de las articulaciones (las manos es característico) lo que le hace una enfermedad discapacitante. En el día internacional de la AR, el 12 de octubre, queremos contarte los tratamientos que actualmente están en la vanguardia y están dando esperanza de una calidad de vida mejor, y así en un futuro idealmente, frenar esta enfermedad.

Otra enfermedad autoinmune

Esta enfermedad crónica, es decir, que aún no se ha encontrado una cura real, se debe a que el mismo sistema inmune de una persona comete el error de creer que la membrana sinovial, la membranas que recubren con un líquido como clara de huevo entre las articulaciones, es un patógeno que debe ser atacado.

Esto lleva a inflamación, dolor, y si no se trata puede llevar a daño irreparable de estas articulaciones; especialmente cambio en la posición de los huesos. Existen otras enfermedades autoinmunes como:

Particularmente la Artritis reumatoide afecta en el mundo a 18 millones de personas, de las cuales 7 de cada 10 son mujeres y más de la mitad sobre los 55 años. En nuestra región, se estima que afecta a 1 persona cada 5 mil habitantes (sobre los 130 mil casos).

Ahora, tener ese número de personas enfermas genera mucha presión sobre el sistema. Es por eso por lo que se ha invertido en encontrar un abanico de terapias. En esa línea la Dra. Liesbet Lieben, experta en biomedicina apunta que la estrategia es monitorizar y corregir los medicamentos aplicados, además “buscamos llegar a una remisión (atenuación o desaparición de los síntomas de la enfermedad)”, agrega. 

Tratamientos biotecnológicos

La gran revolución llegó con los tratamientos ‘biológicos’, los que han mostrado una nueva capacidad para tratar -rara vez curar- enfermedades que ya habían llegado a un callejón sin salida:

  • Uso de anticuerpos para activar o desactivar al sistema inmune (muy interesante en las enfermedades autoinmunes) o para activar algún proceso biológico (como ozempic, medicamento biológico muy de moda para adelgazar). 
  • Utilizar células o tejidos preparados para realizar alguna función (como son los tratamientos con células madre o para el cáncer) o para probar el mejor tratamiento para un paciente.
  • El CRISPR-CAS9 aún no tiene una presencia comercial o extendida. Se prevé que aún quedan algunos años antes que sean una opción generalizada.

En relación a lo anterior, las principales herramientas terapéuticas contra la artritis reumatoide son:

  • Terapias biológicas: El uso de anticuerpos contra diferentes proteínas que son necesarias para mantener el ataque contra las articulaciones sigue siendo el que más proyección tienen a la hora de desacelerar el avance de la enfermedad. Eso sí, idealmente deben ser utilizados en las primeras etapas de la enfermedad para un mayor efecto. De esa manera, el sistema inmune es ‘frenado’ antes que esté completamente invadido por este. Se pueden reconocer porque sus nombres terminan en -ept o en -mab (Rituximab, Infliximab, Abacept, etenercept).
  • Medicamentos antirreumáticos: El principal utilizado, que lleva muchos años siendo un tratamiento contra el cáncer, es el metotrexato. El cual combinado con corticoides permite una reducción de la inflamación hasta en un cuarto de los pacientes. Como te contamos en un artículo anterior, algunos tratamientos contra la malaria son usados regularmente.
  • Medicina personalizada: Como señalaba la experta, es muy importante estar monitorizando de manera cercana cada avance o retroceso que se produzca en la terapia elegida. Así se corrige el tipo de medicamento o la proporción; especialmente importante porque en general se presentan muchos efectos adversos (gastrointestinales, de coagulación, irritaciones cutáneas, entre otros).
  • Cambios en el estilo de vida: En otro artículo te contamos la importancia de complementar el tratamiento con diversas actividades. Una dieta saludable, ejercicio físico recomendado según el avance de la enfermedad, apoyo psicológico y social, aumenta la posibilidad de tener un mejor resultado terapéutico.

En síntesis, encontrar junto a los profesionales de la salud, como un reumatólogo, el tratamiento que mejor se ajusta al paciente es una esperanza a una vida con gran calidad y quizá en un futuro, totalmente libre de la enfermedad.

 

Por Carlos Diego Ibáñez
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