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Si tienes preescolares, esta columna es para ti. Aquí encontrarás información acerca de su desarrollo, su nutrición, su educación y cómo puedes ayudarles a tener éxito.

Los preescolares son los niños de entre los 3 y los 5 años. 

Has ciertas señales de desarrollo que se espera que alcancen en este periodo. Por ejemplo: que muestren cariño, que distingan y puedan nombrar los diferentes colores, que puedan saltar en un pie, que puedan subir escaleras con un pie tras el otro, que puedan montar un triciclo, que puedan notar la diferencia entre los niños y las niñas, que puedan patear y lanzar una pelota pequeña y atrapar una pelota grande, que puedan pasar las hojas de un libro una a la vez, que jueguen con otros niños, que ayuden a vestirse y desvestirse, que recuerden parte de un cuento, que puedan cantar una canción. Si los niños no alcanzan las señales de desarrollo que se espera que alcancen para su edad, habla con tu proveedor de salud.

Los padres pueden ayudar a los niños al leerles y enseñarles a apreciar los libros; al enseñarles a usar las palabras correctas y a usar frases completas; al ser claros y consistentes cuando se portan mal y a explicarles qué esperan de ellos; al dejarlos que ayuden en algunas tareas sencillas y a que elijan en algunas cosas (como qué comer como bocadillo, qué ponerse o cuándo jugar); al estimularlos a jugar con otros niños y al enseñarles a compartir y el valor de tener amigos; al enseñarles cómo resolver problemas cuando están enojados.

Desde luego que es muy importante que los padres les enseñen la importancia de la seguridad: De tener cuidado cuando están en la calle (por el peligro del tráfico) o cerca de la piscina, de la importancia de usar el casco cuando se suben al triciclo, de siempre sentarse en el asiento de seguridad que es para ellos en el asiento trasero del auto. A aprender cómo manejarse con extraños.

Nutrición

Como padre, debes procurar comer con tus hijos siempre que sea posible. Pon el ejemplo con lo que comes. Si disfrutas las frutas, los vegetales y los granos integrales, ellos tendrán más posibilidades de disfrutarlos también. Debes limitar la cantidad de alimentos que contienen azúcares, grasas sólidas y sal agregada. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) ha establecido una guía para la nutrición de los niños, incluyendo a los preescolares. Se basa en el ícono My Plate (Mi Plato). Se divide en cinco categorías de grupos de alimentos y destaca el consumo nutritivo de lo siguiente:

  • Los granos. Los granos son alimentos hechos de trigo, arroz, avena, harina de maíz, cebada u otros granos de cereales. Procura que sean de granos integrales. Algunos ejemplos incluyen el salvado, el arroz integral y la harina de avena, la pasta integral, el arroz salvaje o silvestre, la quínoa o quínua, etc. 
  • Las verduras. Varía tus verduras. Elige una variedad de verduras coloridas. Puedes incluir verduras verdes, naranjas y rojas, con énfasis en las de hojas verde oscuro, legumbres (arvejas, guisantes o chícharos y frijoles, habichuelas o chauchas) y verduras ricas en almidón. Pueden ser frescas, congeladas o enlatadas (sin sal o grasa sólida agregada).  Considera preparar una salsa con yogurt, hierbas y ajo para comer con broccoli, coliflor y zanahorias. A los niños les encanta sumergir los vegetales en la salsa. En vez de agregar mantequilla, margarina o queso regular, considera usar aceites vegetales, quesos bajos en grasa o salsa de tomate para prepararlos.
  • Las frutas.  Las frutas pueden ser una forma fácil y rápida de hacer una comida o un bocadillo saludable. Pueden ser frescas, enlatadas, estar congeladas o secas, y pueden ser enteras, estar cortadas o en puré. Pero que sean 100% fruta sin jarabe. Aunque el jugo puede ser parte de una dieta sana, no contiene fibra. Es mejor comer la fruta entera. La fruta seca como las pasitas u otras frutas secas no endulzadas pueden ser excelentes bocadillos.
  • Los lácteos. Los productos lácteos y muchas comidas hechas de leche se consideran parte de este grupo alimenticio. Elige productos sin grasa o bajos en grasa. Los que no son de sabores tienen menos azúcar agregada. Tanto la leche como el yogurt y el queso bajo en grasa o desgrasado, son altos en calcio. Puedes preparar las salsas para frutas o vegetales de yogurt. También puedes licuar los lácteos para hacer batidos (“smoothies). Puedes combinar el yogurt bajo en grasa o desgrasado con plátanos o bananos y polvo de cacao, o puedes mezclar leche con hielo y arándanos azules (“blueberries”) congelados.
  • La proteína.  Sé austero con la proteína. Elige carnes y aves magras o bajos en grasa. Elige más pescado, nueces, semillas, arvejas, guisantes o chícharos y frijoles, habichuelas o chauchas. Puedes usar huevos también. Limita la cantidad de carnes procesadas como los “hot dogs”, las salchichas, el salami, las carnes frías que contienen mucha sal y grasa saturada. Y cuando hagas estofados, guisos, pastas o tacos, considera agregarles frijoles o guisantes.

Aunque los aceites no son un grupo de alimentos, algunos como los aceites de las nueces, contienen nutrientes esenciales y se pueden incluir en la dieta. Por otro lado, las grasas animales (como la manteca), que son grasas sólidas, deben evitarse.

Para los niños en general, el consumo de calcio, magnesio, potasio y fibra es lo suficientemente bajo para ser objeto de preocupación por la USDA. Selecciona alimentos con estos nutrientes en su dieta cuando sea posible.

Para prevenir la deshidratación, estimula a tu hijo a beber líquidos con regularidad durante la actividad física y a beber varios vasos de agua u otros líquidos (desde luego, depende de qué tanta actividad física hace y si hace calor o no) después de que complete la actividad física.

Tu hijo(a) debe dormir de 10 a 13 horas en cada 24 horas a esta edad, incluyendo las siestas.

Tiempo frente a las pantallas – Recomendaciones, ventajas y desventajas

Actualmente la tecnología está presente en nuestras vidas constantemente. Los niños están expuestos a los teléfonos celulares, a las tabletas electrónicas y a las computadoras desde pequeños. Esto puede hacer difícil controlar el tiempo que pasan frente a las pantallas. Por un lado, ese tiempo frente a las pantallas puede utilizarse para educarlos, para ayudar con su desarrollo social y para promover juegos creativos. Por otro lado, pasar demasiado tiempo frente a las pantallas puede tener efectos secundarios que no son saludables. Afortunadamente, algunas organizaciones como la Academia Americana de Pediatría (AAP) han establecido algunas recomendaciones para guiar a los padres con sus preescolares.

De acuerdo con la AAP, antes de los 2 años los niños aprenden y recuerdan mejor si juegan y tienen presentaciones en vivo que tenerlas en video excepto para “hablar” por video (video-chat) con familiares.

A partir de los 2 años, los niños obtienen beneficio de ver historias, escuchar música u otras cosas en pantallas. La idea sería que los padres le pueden ayudar al niño a entender lo que ve en la pantalla y le pueden enseñar cómo lo puede aplicar a la vida real. En los niños pequeños, una pantalla no debe de sustituir la lectura, el juego y la interacción para resolver problemas. Entre los 2 y los 5 años, recomiendan limitar el tiempo frente a la pantalla a una hora al día, y que esa hora sea de una programación de alta calidad. El pasar tiempo hablando por video con los abuelos u otros familiares no se considera parte de esta hora. Utilizar una pantalla para esta interacción es una excepción, porque se considera saludable.

Obviamente puedes usar tu sentido común. Si van a viajar y vas a tener a tu hijo(a) sentado por varias horas en el mismo lugar, quizá ese día puede pasar un poco más de tiempo frente a la pantalla con tu supervisión.

La calidad del tiempo en pantallas debe ser tan importante como el tiempo que pasa en la vida real con otras personas. Así como conoces a sus amigos y te interesa saber ¿qué van a hacer?, le enseñas a ser considerado, a compartir, etc. En el tiempo virtual que se pasa frente a la pantalla, debes saber qué va a ver y la calidad del contenido de lo que va a ver. Hay muchos juegos, aplicaciones (“apps”) y programas que dicen que son educativos, pero no todos lo son. Supervisa el contenido, y si puedes, ve el programa con él o ella. Cuando ves un programa con tus hijos edúcalos, incluso si hay comerciales (los niños a esta edad tienen dificultad para diferenciar los comerciales de la realidad). Y evita el contenido con violencia.

Desde luego, programa tiempo de juego sin pantallas que no sea estructurado para que tu hijo(a) tenga oportunidad de dejar volar su imaginación y su creatividad. Se recomienda un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física que se puede incorporar al tiempo de juego.

Finalmente, las comidas familiares son para conversar e interactuar, no para usar pantallas, y no debe haber pantallas después de que se acueste.

Disfruta a tu pequeño o pequeña, el tiempo se va volando. Recuerda que los niños son como esponjas y absorben lo que les enseñas. Como padre o madre no podrás controlar cada área de la vida y del bienestar de tu hijo. Pero puedes ayudar a su preparación para que tenga mayores posibilidades de que tenga éxito en el futuro. 

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Imagen: ©Shutterstock / ilkercelik

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