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Manejar o conducir un automóvil es uno de los momentos más emocionantes para muchos adolescentes. Pero más allá de los sentimientos que esto te despierta, lo importante es que tengas muy claro cuáles son las claves para ser un excelente conductor. Esto significa, estar atento y respetar todas las normas de tránsito para manejar seguro. Aquí te doy algunos consejos para que seas un buen conductor y así evites poner en riesgo tu vida y la de los demás.

La adolescencia es el momento en el que vamos pasando a la adultez. Y en parte, esto significa que ahora, puedes manejar o conducir un automóvil. El momento en el que obtienes tu licencia para manejar marca un antes y un después en tu juventud. Ahora, ya tienes la capacidad de conducir un carro, coche o auto, y esto te da más independencia, que es lo que más buscas en esta etapa de la vida.

Pero no creas que obtener una licencia de conducir es algo que viene sin responsabilidades. Como cualquier logro, es muy importante que entiendas que más allá de que tus padres te presten el auto o que tengas uno propio, el hecho de manejar te hace responsable de muchas cosas valiosas y no me refiero sólo al valor material del automóvil, me refiero a cosas más valiosas, a tu vida y a la de los demás.

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, los accidentes de tránsito son la causa principal de muerte entre adolescentes. En el 2010, siete adolescentes de entre los 16 y 19 años murieron diariamente por lesiones causadas en accidentes de tránsito. Estas cifras son alarmantes y no pueden ser tomadas a la ligera.

Por eso, una vez que tengas la licencia en la mano, ve poco a poco. Conoce tus límites. Antes de hacer un viaje largo, practica mucho y asegúrate que te sientes cómodo yendo a lugares como el trabajo o la escuela. Así mismo, antes de manejar de noche cuando la reducción en la visibilidad hace que los accidentes sean más probables, vuélvete un experto en manejar de día. Y antes de llenar tu auto o coche de amigos, practica manejando con un adulto responsable, para que aprendas a ir con gente y a lidiar con las distracciones que conlleva manejar con pasajeros.

Como la práctica hace al maestro, debes manejar con frecuencia, siempre teniendo en cuenta algunas reglas de oro para conducir de manera segura. Toma nota:

  • Cumple con todas las reglas del tráfico, como ponerte siempre el cinturón de seguridad, parar por completo cuando la señal lo indica (los altos y los semáforo en rojo), respetar los límites de velocidad, saber cuándo debes ceder el paso, etc.
  • Evita las distracciones, tan normales en la vida actual: olvídate de enviar mensajes de texto, comer, maquillarte, escuchar música a todo volumen y hablar por teléfono. Evita manejar con amigos, pues los pasajeros distraen incluso a un conductor experimentado. Ya hay demasiadas cosas a las que tienes que ponerle atención como en qué estado está la calle o la carretera, las señales de tránsito, estar alerta a los carros o automóviles alrededor tuyo, revisar tus espejos, anticiparte a lo que otros conductores pueden hacer, etc. No te pongas a hacer varias cosas cuando lo más importante es estar concentrado en manejar.
  • Mantente alerta. Esto no se limita sólo a poner atención, significa eliminar los factores que pueden retrasar tu capacidad de reacción ante una amenaza en el camino (conductores agresivos, señales inesperadas, lluvia, poca luz, etc.) como por ejemplo el alcohol, las drogas, los medicamentos. Mezclar estos elementos mientras manejas, puede ser una combinación mortal.
  • Anticipa lo que van a hacer otros conductores. Si ves que un carro pasa a toda velocidad al lado tuyo y quiere meterse en tu carril pero hay poco espacio, cambia tú de carril o disminuye la velocidad. Siempre debes revisar tus espejos para ver si viene alguien detrás que también pueda resultar afectado por las decisiones que tomas.
  • Maneja con cuidado, pero a la defensiva. Esto significa siempre estar listo para lo que pueda suceder. Para eso, deja suficiente espacio entre tu carro y el carro de enfrente. Una buena manera de saber si estás bien ubicado, es que veas las ruedas (llantas) del automóvil que está adelante tuyo.
  • Revisa tus espejos con frecuencia para saber cómo está el ambiente que te rodea en la calle o la autopista. Así verás si hay un automóvil que viene muy rápido, si hay tráfico adelante, si tienes que bajar la velocidad por algún obstáculo, etc. Mantén los ojos bien abiertos para ver peatones, mascotas, ciclistas y motociclistas que muchas veces pueden aparecer inesperadamente.

No te olvides de siempre respetar los límites de velocidad. Manejar muy rápido hace que tu vehículo sea más difícil de controlar ante cualquier percance. Por eso, quítate esa idea de que ser el más veloz es ser el más popular. A la hora de manejar, lo más importante es tu seguridad y la de los demás. No pongas en riesgo tu vida ni la de los demás.

Si te interesa, puedes tomar un curso de manejo adicional para refinar tus habilidades defensivas para saber cómo reaccionar ante situaciones inesperadas y recordar cómo prevenir accidentes estando alerta.

Recuerda que conducir un vehículo es algo que exige mucha responsabilidad. Si bien no puedes controlar lo que hacen los demás, puedes manejar de manera segura y eso sí que te hará el mejor al volante. Y, lo más importante, tendrás oportunidad de disfrutar tu vida.

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Imagen: ©Shutterstock / Krakenimages.com

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