Muchas personas piensan que el cáncer surge por azar o malos hábitos. Es evidente que nuestro estilo de vida tiene un papel muy importante en el riesgo que tenemos a desarrollar un tumor maligno, pero la ciencia ha demostrado que la relación entre virus y cáncer es más importante de lo que imaginamos y que algunos virus pueden ser detonantes silenciosos. A pesar de esta relación, esto significa que un contagio sea una sentencia: la mayoría de las personas infectadas nunca desarrollan cáncer. Aun así, comprender esta relación entre ambos nos ayuda. Especialmente cuando se trata de prevenir, diagnosticar y tratar mejor. Así ahora, podemos reducir riesgos que antes parecían inevitables.
Cómo un virus puede provocar cáncer
Los virus no “buscan” generar tumores, sino multiplicarse. Algunos virus al entrar en la célula y, con el fin de poder re-producirse, manipulan las órdenes tomando el control. Lo que lleva a una alteración del funcionamiento normal de las células y el inicio de la división sin control. Según el experto en oncología Clínica, Dr. Scott Strum (Universidad de Toronto), esto puede suceder de varias formas:
- Desorden en las instrucciones celulares. Algunos virus producen proteínas que “apagan” los frenos naturales de la división celular. Multiplicándose sin control y generando tumores.
- Inserción en el ADN. Los virus para poder multiplicarse insertan su material genético en el ADN de la célula. El problema es que, si lo hacen en un punto sensible, pueden activar genes que descontrolan la división.
- Inflamación crónica. Una infección persistente mantiene al organismo reparando tejidos. Situación que aumenta el riesgo de errores genéticos y mutaciones.
- Inmunosupresión. “Individuos inmunosuprimidos tienen un mayor riesgo de que virus generen cáncer. Esto es común en personas con SIDA o en trasplantados”, explica Dr. Cameron Haas (Instituto Nacional del Cáncer).
La conclusión es clara. Un virus puede ser la chispa inicial, pero otros factores como genética y hábitos son decisivos. Además, está el factor del tiempo; muchos cánceres toman años o décadas en aparecer.
Ejemplos de virus y cáncer más estudiados
La conexión entre virus y cáncer está comprobada en varios casos:
- VPH (virus del papiloma humano). Responsable de casi todos los cánceres de cuello uterino y de muchos tumores en ano, pene y garganta. Es un caso ejemplar, ya que tenemos vacunas eficaces. A tal punto que pueden llevar a cero el riesgo de sufrir cáncer causada por el virus.
- Hepatitis B y C (HBV y HCV). Asociadas a cáncer hepático por el daño que produce en el hígado. Además, la infección si no es tratada se hace crónica. Vacunarse y el tratamiento temprano son fundamentales para reducir enormemente el riesgo.
- Epstein–Barr (virus del beso). Implicado en linfomas, cáncer del sistema linfático, y otros cánceres nasofaríngeos. Es común en regiones donde se está en contacto con otros virus, como el de la malaria.
- Herpes humano 8 (KSHV/HHV-8). Relacionado con el sarcoma de Kaposi. Un cáncer de piel poco común. Es más frecuente en personas con VIH, SIDA e inmunodeprimidos.
- HTLV-1. Pasa muy desapercibido, ya que usualmente nunca genera síntomas. Sin embargo, puede causar leucemia/linfoma en una minoría de infectados, tras décadas de latencia.
- VIH. No causa cáncer directamente. Al generar SIDA suprime fuertemente las defensas. Abriendo la puerta a tumores ligados a otros virus.
Estos virus no actúan igual ni tienen la misma prevalencia en todo el planeta. Por eso la estrategia de prevención varía según el lugar y el grupo de población. Infórmate de que está sucediendo en tu área. Además de las investigaciones que se hacen para descubrir nuevos virus oncogénicos.
El Dr. Cameron Haas, aclara que, luego de estudios del Instituto Nacional del Cáncer, “no hay evidencia de que el COVID-19 esté asociado al cáncer. Como se estuvo proponiendo. Aunque debemos seguir investigando. Aún no se tiene un conocimiento de los efectos a largo plazo del virus”.
Prevención: cortar la relación viral y cáncer
La buena noticia es que gran parte de esta relación es prevenible:
- Vacunas. Las más efectivas son contra VPH (ideal antes del inicio de la actividad sexual) y Hepatitis B. Además, están disponibles ampliamente.
- Detección precoz. El Pap (anicolaou) y pruebas de VPH permiten identificar lesiones antes de que sean cáncer. En Latinoamérica se está trabajando en un auto test casero. Lo que aumenta la facilidad y disponibilidad para realizar una detección. Otros virus también pueden ser detectados con exámenes.
- Prácticas seguras. Uso de preservativo, control en transfusiones y no compartir agujas.
- Hábitos saludables. Reducir tabaquismo, obesidad y enfermedades crónicas (hipertensión, diabetes tipo II, etc.).
Más consejos prácticos para la prevención del cáncer en estos artículos.
Virus como aliados en la lucha contra el cáncer
Curiosamente, los virus también se usan como armas contra el cáncer.
- Virus oncolíticos. Son virus (naturales o modificados) que infectan a células tumorales. Allí se multiplican y las destruyen. El primer tratamiento aprobado es contra un melanoma.
- “Cargueros” de fármacos o genes. Muy similar a la vacuna del COVID-19. Transportan moléculas que pueden destruir el tumor, impedir que crezcan o activar las defensas.
- Combinaciones inteligentes. Usar virus junto con inmunoterapia, quimio o radioterapia puede aumentar la eficacia. Ya que el virus “desenmascara” al tumor y lo vuelve un objetivo para el sistema inmune.
Aunque aún existen limitaciones, los ensayos clínicos muestran un horizonte prometedor.
Si tienes dudas sobre vacunas, test o antecedentes de infecciones, habla con nosotros. La prevención salva vidas, y la ciencia aumenta cada día las herramientas para ganar la partida.
Preguntas frecuentes
¿Todos los virus causan cáncer? No, solo una pequeña fracción tiene potencial oncogénico.
¿Me puedo contagiar cáncer? No, el cáncer no es contagioso, lo que se transmite es el virus, no el tumor.
¿Sirve vacunarse después de la adolescencia? Sí, aunque la eficacia es mayor antes del inicio de la vida sexual.
¿El VIH causa cáncer directamente? No, pero al debilitar el sistema inmune, facilita tumores asociados a otros virus.
¿Se investiga el COVID-19 como factor cancerígeno? Hasta 2021 no hay evidencia, pero se sigue estudiando.
¿Se puede eliminar por completo el riesgo? No al 100%, pero vacunación, chequeos y hábitos reducen enormemente la probabilidad.
Por Carlos Diego Ibáñez
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