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  • Si bien la edad cronológica nos marca el número de años que hemos vivido, es importante entender cómo nos sentimos con nuestro cuerpo, mente y espíritu sin importar la edad: esa es la edad biológica.
  • La edad biológica, a diferencia de la cronológica, habla de nuestro estado fisiológico, influenciado por los factores de nuestro estilo de vida y la genética. Para tener una juventud biológica deberíamos tener niveles normales de  presión sanguínea, resistencia coronaria y muscular, biomarcadores de enfermedades crónicas, y un estado mental óptimo.
  • El ejercicio regular, una dieta equilibrada, el manejo del estrés, una gran calidad de sueño y evitar las sustancias dañinas es el gran secreto para detener el envejecimiento biológico y por lo tanto, promover la longevidad. Todo es para que en nuestra vejez cronológica podamos sentirnos vitales.

Quizá te ha pasado que te digan “no aparentas tu edad”, o quizá tú mismo sientes que tu edad no te representa. Muchos quieren saber el secreto para lograrlo. Muchos ‘referentes de moda’ buscan mostrarnos interminables procedimientos que le traerán juventud a la piel. O alimentos milagrosos que permitirán tener una salud envidiable. La edad cronológica vs la biológica, ósea la que realmente nuestro cuerpo siente nos permite recordar que todo se basa en adoptar hábitos saludables y luego disfrutar del cambio que supondrá en nuestro bienestar. En este artículo hablaremos sobre cómo lograr ‘frenar’ el paso del tiempo, o no. Veamos.

¿Edad cronológica y biológica?

Los arqueólogos al datar la edad de las personas que encuentran en las tumbas esperan llegar a la cronológica, pero lo que precisan es la biológica. ¿Por qué? Debido a que en palabras de la socióloga Milagros Laspeñas la edad biológica es “la situación actual [en este caso al momento de morir] del sujeto en relación a su ciclo de vida potencial. Es el desgaste real de las energías producto del paso de los años y eso es lo que realmente observan. Tutankamón, el faraón egipcio murió a los 19 años debido (aunque fue difícil saberlo) a enfermedades degenerativas del hueso; su edad biológica esperada no coincide con la cronológica.

Si bien la edad cronológica es muy interesante para determinar algunos momentos claves dentro de la sociedad, no es capaz realmente de reflejar nuestra salud o las capacidades físicas que tenemos en un momento dado.

La edad biológica es un concepto abstracto

Ahora, ¿cómo realmente podemos saber nuestra edad biológica? No podemos, porque es un concepto de sensaciones fisiológicas, es un ideal de salud. Pero si somos capaces de revisar aquellas cosas que pueden ayudarnos a tener el mejor estado fisiológico posible:

  • Aptitud física: Ser capaces de tener una resistencia cardiaca, fuerza muscular y flexibilidad permiten sostener de mejor manera el paso de los años, reduciendo nuestra ‘edad biológica’.
  • Biomarcadores: Cuándo tenemos enfermedades no transmitibles crónicas siempre veremos ciertos procesos y moléculas que están alteradas. Tales como la presión sanguínea, altos niveles de colesterol, resistencia a la insulina, marcadores de inflamación, entre otros deben están en ciertos niveles para un correcto funcionamiento corporal.
  • Funciones cognitivas: Mantener nuestro cerebro activo nos permite sentirnos jóvenes. Es famoso el caso de la neurocientífica ganadora del nobel, Rita Levi-Montalcini, quien murió a los 102 años, y hasta sus últimas semanas de vida ejercía su labor como investigadora quien en una entrevista señaló mi cuerpo puede hacer lo que quiera. No soy el cuerpo. Soy la mente”.
  • Genética: Los cromosomas en cada división celular se van acortando, lo que al parecer es la señal celular para dar comienzo a los procesos de envejecimiento, lo que desencadena las enfermedades relacionadas con el paso del tiempo. Por ello es clave cuidar a las telomerasas, proteínas que reparan los daños en el cromosoma. La premio nobel de Medicina por su investigación en telómeros, Elizabeth Blackburn, apunta que un estilo de vida saludable es la mejor forma de cuidar de ellos [los telómeros]”.
  • Epigenética: Ya te hemos contado que la epigenética es un universo de moléculas que controlan la forma en la que se expresan los genes. Y este control se puede ver influido por factores externos como la dieta, el ejercicio, el estrés, la exposición a los rayos UV u otros carcinógenos.

Como puedes ver, la edad biológica se basa en adoptar hábitos que permiten sentirte joven sin importar tu edad. Sin embargo, recuerda que estos son consejos, tus decisiones deben ser tomadas conociendo todas las opciones que existen, como pueden ser:

  • Ejercicio regular que mezcle el cardiovascular con la musculatura y flexibilidad. El real secreto quemador de grasa.
  • Dieta equilibrada y saludable donde incluyas frutas, vegetales, fuentes de proteínas, carbohidratos con fibra, y grasas saludables. Limita los alimentos procesados o que tengan ingredientes refinados.
  • Control del estrés mediante técnicas para reducirlos como el mindfulness, yoga, o pasar tiempo familiar en la naturaleza.
  • Calidad del sueño. Cada persona tiene un horario diferente, pero entre 7 a 9 horas de sueño continuo son los que aseguran el reciclaje celular y la depuración de las toxinas.
  • Cuidar el tempo. Además de lo señalado arriba, el alcohol, las drogas, el cigarro generan envejecimiento celular prematuro.
  • Visita médica. No olvides darte una vuelta por la oficina de tu profesional de la salud. Cada cierto tiempo es necesario hacerse chequeos que aseguren que todo esté en orden.
  • Ser feliz. En este mundo agitado la felicidad se nos puede escapar. Pero cultivando los consejos anteriores y conexiones sociales, es mucho más fácil lograrlo.

 

Por Carlos Diego Ibáñez
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